Once Upon A Time

Escape Oz

-Ella no...- Se tapó la boca con la mano. -No, eso significaría que...-

Zelena intentó acercarse a la joven, pero esta salió corriendo.

-¿Algún problema?- Preguntó Glinda.

Zelena miró una vez más hacia la imagen de Blancanieves.

-Voy a ir a ver que pasa...- Fue tras la niña.

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Emily estaba junto al pozo, apoyada con sus manos y mirando hacia el fondo con la respiración agitada.

-Emily...- Llegó la mujer. -¿Estás bien?-

La joven se giró sollozando. -No...- Y se abrazó a su tía.

-Escucha...- Pidió la mujer. -Este lugar tiene el poder de mostrarte cosas que son capaces de hacerte sentir muchas cosas, pero tu eres fuerte, más que todo esto...-

-¡Ya has visto lo que le hizo a Angela!- Lloraba desconsolada. -Casi la mata...-

-Emily, tranquilizate.- Se asustó Zelena al ver que la niña apenas podía respirar.

-¡Y le hizo lo mismo a Regina!- Continuó hiperventilando. -Durante casi diez años...-

Aunque Zelena intentara sujetarla, la chica cayó de rodillas al suelo.

-Yo soy el factor común.-

-Cielo, ni se te ocurra pensar que nada de esto es culpa tuya.- Pidió Zelena cogiendo su cara.

-¡No lo entiendes!- Aseguró. -¡Se quedó en el palacio por mi!-

Glinda las siguió para ver qué pasaba.
-Haber, Emily.- Pidió. -Necesito que me mires un momento.-

Cuando la niña reunió fuerzas para mirar a la mujer a los ojos, esta le roció unos polvos blancos y se quedó dormida en los brazos de su tía.

-¿Qué es lo que le has hecho?- Preguntó Zelena.

-Solo está dormida.- Explicó recogiendo un brillo congelado que salió de la chica. -Pero cuando despierte no se sentirá así.-

-Creía que eso estaba mal...- Pensó Zelena.

-Ya has visto como estaba. Y no he borrado su memoria, solo la he liberado de su dolor.- Explicó.

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Cuando la niña despertó, Zelena explicó que Glinda le había devuelto su magia.

-Pero aún no podemos volver, ¿verdad?-

-Me temo que no... No hay a donde volver...ya viste que Storybrook dejó de existir...-

-No puedo quedarme de brazos cruzados mientras todo se desmorona.- Dijo la joven. -Soy la salvadora, y Emma aún no sabe muy bien como controlar su magia ni...-

-Estarán bien.-

-¿Y tu collar?- Se fijó la niña.

-Oh...se lo di a Glinda a cambio de que me devolviera la magia.-

-¿Para qué lo quería?-

-Para seguir conservando algo puro cuando nos vayamos. -Explicó. -El trono seguirá vacío...-

-¿Te gustaría quedarte?- Preguntó interesada.

-No...- Respondió. -Ahora que por fin he encontrado mí familia, no voy a dejarla por el trono de Oz...-

-No tienes por qué dejarla, siempre estaremos juntas, incluso cuando no podamos vernos...- Aseguró la joven. -Si aquí te necesitan más que nosotras y tu quieres quedarte, no veo ningún motivo por el que tengamos que retenerte...-