Once Upon A Time

Halloween town

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-Iré solo, es muy peligroso.-

-¿Te das cuenta de que por eso mismo debo acompañarte, cabeza de chorlito?- Demostró Zelena.

-No puedo dejar que vengas.-

-No puedes impedirmelo.-

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Hicieron girar el sombrero del mago.
Este también servía para viajar entre mundos, pero de otro modo. Solo entre ciudades y siempre con una condición; máximo dos personas y siempre volvían el mismo número que iban.

Cruzaron la puerta y entraron a la extraña ciudad.
Todo estaba oscuro y silencioso.

Parecían estar en un cementerio.
Zelena se agarró al brazo del hombre y murmuró. -Tu me protegerás, ¿verdad?-

-Estaba a punto de hacerte esa misma pregunta...-

Se adentraron en la negrura sin ver por donde pisaban.

-Esto es Halloween, esto es Halloween
Gritos en la oscuridad
Esto es Halloween, la función ya va a empezar...-

Escucharon a la gente cantar.

-Mira bien donde vas, muy bien escondido hay, algo que te asustará y te hará gritar.-
Pero eran inofensivos.

-Sin temor no hay emoción.- Los rodearon unos niños.

-Junto a ti.-

-Yo soy feliz
-Trabajando en Halloween.-

-No, chicos...- Quiso corregir. -Nosotros no...-

-¡Invitados!- Acudió Jack. -Que grata sorpresa...¿De dónde habéis salido?-

-Ve...venimos de las tierras de Oz...- Respondió el Mago.

-¿Como os llamáis?-

-Yo soy Zelena.- Se adelantó.

-Oh...la Bruja Mala...- Dedujo inclinandose. -He oído grandes historias acerca de ti...-

-Yo soy el Mago.-

-Eso no es un nombre.- Corrigió. -Sin nombre no podéis entrar.-

-Vale, me llamo William.-

-¿William?- La mujer se extrañó sin dejar de mirar al frente. -¿Qué clase de nombre es ese?-

-El mío.-

-No te pega.-

-Puedes llamarme Will.- Sugirió cansado.

-Will el Mago.- Sonrió con los dientes.

-Ya basta, nos están mirando.-

El esqueleto los miró confuso. -Formais una extraña pareja, chicos.-

-No, no somos una pareja.-

-¿Este cabeza de chorlito?-

-Van cogidos del brazo...- Se acercó Sally.

Ambos se soltaron de golpe y recobraron la compostura.

-¿En qué podemos ayudaros?-

-Es bien sabido que en vuestra ciudad hay sorpresas en cada esquina...- Dijo él. -Necesitamos algunos trucos para vencer a unos rebeldes que quieres apoderarse de nuestro reino...-

-Mmm...- Dudó. -Parecéis buena gente...os ayudaremos...-

-Gracias.-

Les enseñaron algunos trucos de sobras y máquinas, pequeñas y grandes, capaces de crear ilusiones ópticas, olfativas y sensitivas.