Memories

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-¡Mamá!- Entró la chica por la puerta de su casa. -No te lo vas a creer. Daisy era Bella.-

-Ahh...otra vez con ese libro...- Se quejó la mujer.

-Rumpelstiltskin no ha perdido la memoria, era el señor Gold.-

-Espera, ¿has estado hablando con Gold?- Se enfadó.

-Le he presentado a Bella, pero ella no tiene memoria de su vida anterior a Storybrook. Cuando se rompa el hechizo todos conseguirán sus finales felices.-

-¿Sus finales felices, dices? Es posible, es posible que eso sea lo que merecen, sus finales felices.-

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Al cabo de un tiempo, mientras todas las historias seguían su curso, Cora quiso volver.

Regina pensaba que estaba muerta, así que no supondría un problema.

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-Mary Margaret...- Dijo Cora presentándose. -Yo soy Cora, la madre de Regina.-

-Oh...no sabía que estaba en la ciudad...- Dijo la mujer.

-Ya, verás, mí hija y yo no tenemos muy buena relación...aun no conozco a mí nieta.-

-¿A Emily? Es un amor, está en mi clase.-

-En cuanto a eso, me gustaría darle esto, es como una tradición familiar.- Dijo sacando una manzana roja.

-¿Y por qué recurre a mi?- Se extrañó.

-No me atrevo a presentarme así por las buenas, solo dígale que es de parte de su abuela y que muy pronto la conocerá.-

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-Emma, tu madre me ha dado una manzana roja de parte de una abuela a la que ni siquiera conozco.- Intentó convencerla la niña. -¿Qué más quieres que te diga?-

-Emily...yo no soy ninguna salvadora, Mary Margaret no es Blancanieves y no es mí madre. Esa manzana no está envenenada, no existe la magia.-

-¡Si existe! Creo que Cora es la reina malvada.-

Emma le quitó la manzana. -Verás como no.-

-¡No!- Emily se la quitó. -Tendrás que creerme.- Mordió la manzana.

-Ves...- Se regodeó la mujer.

-...Emma...-

El señor Gold lo vio desde la ventana de su tienda y salió. -No, no, no...-

Emily cayó al suelo.

-¡Emily! ¡Emily!- La llamó.

-¿Como ha podido ser tan estúpida?- Dijo Gold. -Vamos, hay que subirla a mí coche.-

Entre los dos subieron a la niña y la dejaron estirada en los asientos traseros, con la cabeza sobre la falda de Emma.

-Regina, al panteón, ahora.- Dijo el hombre hablando por teléfono. -Tu hija se ha comido una manzana muy especial, ¿entiendes?- Colgó.

-¿Que? ¿Al panteón?- Estaba muy asustada. -¡Hay que llevarla a un hospital!-

El hombre continuó conduciendo.

-¿De veras cree que todo esto es por la manzana? ¿Está loco? Hay que ir al hospital, está fría y pálida.-

°

Cuando llegaron al cementerio y pararon el coche, cogieron a la niña y entraron en el panteón.

Regina llegó poco después, apenas esperó a que parara el coche para bajarse de él.

Once Upon A TimeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora