Once Upon A Time

No!

El hechizo que Emma echó sobre todos ellos no les permitió recordar nada de lo ocurrido en Camelot después de eso último, solo recordaron vagamente algunas cosas de su último día allí.

Estaban corriendo, no sabían por qué o de qué.
Corrían por el bosque sin parar, algo tenía que perseguirlos.

Y ya nada más.
Bueno, si. Alguien había muerto.
No sabían quién, dado que la mitad de la gente andaba en paradero desconocido.
Entre ellos se encontraban:

-Dr Whale
-Ruby
-Will
-Zelena
-Ginebra

Eran ellos, uno de ellos había muerto...solo uno. ¿Pero cuál?

Emma era la única que quedaba en pie. Ella no había sufrido los efectos de su hechizo.
Su cabello se recogía en un moño algo blanquecino. ¿Por qué? Nadie lo sabe. Llevaba puesto un traje digno de una Ser Oscuro como Dios manda, negro y de piel de cocodrilo.

Parecía indiferente ante su propia seguridad y la de los demás.

Podría haber sido cualquiera, pero Regina era la que le pillaba más cerca.
Apoyó el pie sobre el hombro de la morena y probó que estuviera inconsciente empujandola sin recibir respuesta.
Le arremangó el vestido y se hizo un lío buscando la daga con tanta tela y tanto forro y capas de ropa. Pero finalmente se la llevó.

Despertaron por los suelos de la cafetería/restaurante de la abuelita.
Solo unos cuantos elegidos, la mitad de Camelot estaba a las afueras en el bosque.

Regina se incorporó lentamente y miró a su alrededor.
-¿Qué ha pasado?-

-Es...¿estábamos en Camelot?- Dudó Mary Margaret.

-¿Como hemos vuelto?- Preguntó Robin.

Emily, desde detrás de la barra, trató de levantarse apoyada en la larga mesa, pero volvió a caer hacia atrás.

La morena acudió de inmediato.

La niña volvió a intentarlo y esta vez pudo sin dejar de apoyarse.

-¿Estás bien?-

-Me da vueltas la cabeza...- Explicó mareada. -¿Que...que ha pasado?-

-¿Dónde está Emma?- Preguntó David.

En ese momento, las puertas se abrieron de par en par con un golpe de viento.

Todos quedaron pasmados al contemplar la figura de su salvadora, caida en las garras de la oscuridad.

Nadie se atrevió a decir nada...bueno...casi nadie...

-¿Qué...demonios...- Dudó Regina. -...llevas puesto..?-

-¿No le gusta, majestad?- Preguntó sin salirse de su línea y queriendo acercarse.

-Emma, espera...- Pidió Mary Margaret. -¿Qué ha pasado?-

-Eso a ti no te incumbe.-

-Soy tu madre.-

-No me importa.- Dijo tajante.

-Emma...- Siguió David. -Siempre hemos tratado de alejarte de la oscuridad...-

-Habéis fallado. ME habéis fallado.- Continuó caminando hasta el centro de la sala cuando sus padres se apartaron. -TODOS me habéis fallado.-

-¿Por qué haces esto?- Preguntó Garfio.

-Porque, soy el Ser Oscuro.-

-¿En qué, Emma?- Preguntó la morena tensa. -¿En qué te hemos fallado?-

-Habló la Reina.-

-Emma.- Llamó la atención la niña.

La rubia se giró y miró a la joven. Por un momento pareció recapacitar, pero volvió a dar media vuelta y se subió a la mesa. -Os daré una advertencia, gente...- Alzó la voz. -Al triunfador...- Miró a su padre. -A la mentirosa...- A su madre. -A la líder...- Volvió a centrarse en la alcaldesa. -Al soldado...- Vio a Emily. -Y a la víctima...- No miró a nadie.