Once Upon A Time

Over

-¡Emily!- Regina corrió a sujetarla cuando perdió del conocimiento. -¡Emily!-

Robin cogió en brazos a Roland y se acercó a la vez que Emma.

-Emily...- No respondía.

¿Qué había pasado? No podía estar muerta, no.

-¡Emily!- Siguió tratando de despertarla. -¿Por qué has hecho eso..?-

La respuesta era simple; un soldado siempre defiende a su reina...

-No está muerta.- Aseguró la rubia. -Sino ya lo sabríamos.-

Ya sé que no está muerta.- Se giró la morena. -¿Pero qué le pasa?-

-Puede que esa cosa se le haya metido dentro.- Sugirió. -Como le pasó a tu hermana.-

La alcaldesa le apartó el cabello de la cara a la chica y decideron llevarla a la trastienda de Gold.

La tumbaron en el sofá y Rumple la examinó pasando su mano por la frente de la niña.

-Efectivamente...- Temió. -Es el hechizo de Zelena...-

-No puede ser.- Dijo Regina. -Estaba controlado, ese hombre...-

-Ese hombre iba a matarte.- Explicó. -Para hacerse más fuerte. Ella te salvó la vida, pero ya sabemos lo que pasa cuando alguien mata a una persona con este tipo de hechizos; ser oscuro o bruja mala. Le traspasan esa magia.-

-¿Qué quieres decir?-

-Lo que quiero decir, querida.- Volvió a llamarla así a pesar de su insistencia en que dejara de hacerlo. -Es que yo antes de ser el Ser Oscuro, era una persona normal y buena, al igual que Zelena.-

-¿Eso significa..?- Dudó Emma.

-No.- Respondió la alcaldesa.

-¿Qué será mala?- Insinuó Rumple. -No lo sé, ella tiene un corazón puro, y eso puede ser tanto bueno como malo. Lo que está claro es que no afectará a dos personas de un mismo modo, y menos a una salvadora.-

-¿Entonces qué?-

-Esperaremos.-

-¿Esperar? ¿Ese es tu plan?-

-Regina, tranquilizate.- Pidió Emma.

-No, no me digas que me tranquilice.- Siguió. -Está así por mí culpa.-

-No es tu culpa.-

-Si lo es.- Aseguró. -¿Por qué no se despierta?-

-Tardará unas horas.- Explicó Gold. -A tu hermana también le pasó, pero al ser tan pequeña, nadie se extrañó.-

-¡Venid!- Entró Ruby. -¡Rápido!-

Bella se quedó con Emily y los demás salieron a ver qué pasaba.

-¿Qué demonios es eso?- Preguntó Regina al ver los muñecos y muñecas de porcelana que caminaban por la calle.

-¿Son...muñecos?- Rió Emma.

-Yo no me reiria señorita Swan.- Dijo Rumpel.

-¿Esque Ser Oscuro tiene miedo de esos muñecos?- Se sorprendió la alcaldesa.

-Son de Oz.- Informó.

Una de las muñecas disparó un rayo de pedacitos de porcelana contra Emma, pero esta se agachó y le dieron a una farola, que quedó partida en dos.

-Vaya...-

-¿Por qué están aquí?- Se molestó la morena.

-Glinda las hechizó para que atacaran a Zelena una vez.- Explicó el hombre.