Once Upon A Time

Héroes y Villanos

Emily despertó tras haberse dado un golpe en la cabeza.
Se con las manos sobre la húmeda tierra.

-Agr...- Murmuró.

Estaba en el mismo lugar. Lo último que recordaba era la luz.

Se levantó y fue a la ciudad.
Estaba desierta.

-¿Hay alguien ahí?-

Revisó hasta la última esquina.
Al asomarse a la tienda de Gold creyó ver algo.

Entró e hizo sonar la campanilla de la puerta.

-¡Vanessa!- Corrió hasta la mujer que yacía inconsciente en el suelo. -¿Qué ha pasado?- La agitó tratando de despertarla.

La mujer tenía la cara pálida, mucho más de lo que habría sido normal, y el pelo el triple de largo y oscuro.

Tosió y abrió los ojos incorporándose.
-¿Dónde estoy?-

-Estás en Storybrook.- Recordó.

-¿Quién eres?-

-Soy Emily...- Se desanimó. -¿Esque no me recuerdas?-

-¿Quién soy yo?-

-Eres Vanessa.., mí profesora de literatura...-

-Ah...- Dudó. -¿Y qué ha pasado?-

-Creo que te has golpeado la cabeza.- Pensó. -Tenemos que irnos de aquí.-

-¿Por qué?-

-Somos las únicas que quedan en la ciudad.-

-¿Y los demás?-

-Es complicado...- Entristeció.

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-¿A dónde vamos?-

-¿Recuerdas como se conduce?- Preguntó la niña.

-No recuerdo ni como se escribe.- Recordó.

-No pasa nada.- Forzó la cerradura del coche de Cruella. -Esto nos llevará.-

-¿Como?-

-Tu solo sientate y deja que te lleve.-

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El coche se conducía sólo. Eso alertó un poco a la mujer.

Pararon en una cafetería gasolinera para preguntar si habían visto a alguien de la ciudad.

-¿Qué es esto?- Cogió un libro del escaparate. -Héroes y Villanos.- Miró el reverso del libro y vio la foto del autor.

Entonces se dio cuenta de que la dueña de la cafetería estaba a punto de llamar a la policía. No todos los días aparece alguien preguntando por unos personajes ficticios.

-Tenemos qur irnos.-

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-¿Es una especie de conductor automático?- Se asustó la mujer.

-Claro...-

Llegaron a un gran edificio lleno de gente.

-¿Qué es esto?- Preguntó Vanessa. -¿Quieres explicarme de una vez lo que está pasando?-

-No me creerías...- Aseguró. -Para recuperar a mí família necesito que confíes en mi...-

-Te ayudaré.-
A la mujer le dió pena. Decidió ayudarla.

Al entrar en el edificio, se encontraron con personas disfrazadas de personajes del libro.

-¡Larga vida a Regina!- Exclamaba una chica.