Vanessa

465 29 5
                                    

-¿Qué les has hecho a los perritos?- Preguntó llorando la niña de pelo negro y liso que llegaba a media espalda, ojos marrones, vestido blanco y chaqueta gris.

Estaban en Barcelona, España, a principios del siglo XX.

La niña, de unos siete años, lloraba junto a tres chachorritos.

-Yo no les he hecho nada.- Aseguró la mujer pintandose los labios de rojo mate.

-¿Por qué no se despiertan?- Sollozó. -Les has hecho algo.-

-Yo no he sido la que les ha dado de beber lejía.- Tiró la caja a la basura.

-Era agua...- Recordó. -¿Pusiste lejía en el agua?-

-Oh vamos.- Se quejó. -Deja de lloriquear.-

-¡Siempre haces lo mismo!- Se soltó el brazo. -¡Matas a tus animales a través de mi!-

°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°

Por la casa corría el perro, era un dalmata. Se paró al lado de Vanessa, que miraba por la ventana.

-Pronto nos vengaremos...- Aseguró ella.

°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°

La niña se encontró un cachorrito de dalmata en la calle y se lo llevó a casa.
Pensó en esconderlo en su habitación para que su madre no lo viera.

Dejó al perrito y, al bajar las escaleras, se dió cuenta de que su madre se había hecho unas fundas para las botas con la piel de los perritos.

Se echó a llorar y subió a su cuarto.

-¿Qué es esto?- Encontró a su madre sujetando en el aire al cachorrito.

-Por favor no le hagas daño.- Pidió.

-¿Cuantas veces te he dicho que no quiero que traigas cosas de la calle?- Se enfadó.

-¡No voy a seguir matando animales para ti!- Cogió al perrito. -¡No puedes obligarme!-

La mujer agarró el brazo de la niña y tiró de ella escaleras abajo.

-¡Métete en el coche!- La metió adentro.

La niña se arrinconó entre el asiento y la puerta y se abrazó al cachorro mientras hiperventilaba y aguantaba las lágrimas.

La mujer condujo un buen rato hasta llegar al bosque.

°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°

Vanessa entró donde la abuelita.
-Bueno, vaya vaya.- Los miró a todos.

Cruella se escondió detrás de Regina.

-¿Pero qué?- Se giró. -¿Qué haces?-

-Shh...-

-He venido aquí a por alguien.- Informó Vanessa. -Ya sabéis a por quién. Entregadmela.-

-¿Para qué la quieres?- Emma dió un paso adelante.

-Swan...- Advirtió Regina.

-No, no, está bien.- La calmó. -Quiero que me entregueis a esa bruja para acabar con ella.-

-Pues no será hoy el día.-

-Volveré, rubita.- Se fue.

-Vaya...- Se giró Emma. -¿Vas a explicarnos por qué quiere matarte tu hija?-

Dudó Cruella. -Está loca.

°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°

La noche anterior, Cruella había adentrado a Rumpelstiltskin en la ciudad a escondidas para llevar a cabo su plan de encontrar al autor.

Once Upon A TimeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora