Once Upon A Time

WICKED

Emily paseó por las oscuras calles de Storybrooke como si le pertenecieran. Formando una línea recta, como toda una señorita, tal y como su madre solía hacerlo cuando creó el hechizo.

Hacía frío en la ciudad y se marcaba el baho en el aire conforme dejaba salir su respiración.
Vió el reloj de la torre y, con un leve movimiento de mano al pasar por el lado, congeló sua agujas. El tiempo quedaba parado una vez más.

-No puedes hacer eso.- Dijo un enanito ajeno al problema.

La niña lo convirtió en piedra al dejarlo atrás y siguió caminando hasta desaparecer.

Regina llegó corriendo y detrás suyo iba Emma.

-¿Que es eso?- Reaccionó la sheriff. -¿Un enanito?-

-Aha...- Suspiró la alcaldesa tratando de deshacer la magia. -No puedo...oh, magia de dioses...-

-¿Crees que es ella o..?-

-Esto no lo ha hecho ella, igual que Zelena cuando estaba hechizada.- Recordó. -Pero no podemos luchar contra ella...-

-Por supuesto que no. Pero Gold dijo que podía afectarle de diferente manera al ser...ella...- Recordó. -Puede que tenga más control sobre sus acciones y que...bueno...después de perder a alguien realmente haya caído en la oscuridad...-

-Swan...- Amenazó. -Es mi hija de quien estamos hablando.-

-Ya lo sé. Piensa en lo que haría ella en nuestra posición...- Recapacitó. -Piensa en lo que haría Merlín...-

-Merlín...puede saber algo...- Pensó triste.

-Te acompaño.- Sugirió la rubia. -Es muy peligroso.-

-Tu ya has hecho bastante.- La detuvo. -Yo iré, tu procura esconderte antes de que la gente sepa lo que has hecho.-

-Me estaban controlando.-

-Eso les va a dar igual...- Advirtió. -No estoy segura de poder soportar tu presencia ahora mismo...- Comenzó a caminar.

-Regina...- Le agarró el brazo haciéndola girar.

-No, Swan...hoy un niño ha muerto entre mis brazos...- Dejó caer una lágrima. -Un niño que cuando estaba asustado me llamó a mi...porque confiaba en que lo salvaría...- Levantó la mirada. -Hoy un niño ha muerto entre mis brazos porque no he sido suficiente... Y por si fuera poco, mi hija, que dejó que la oscuridad entrara en su alma para salvarme la vida, ha sido consumida por ella...-

-Regina...- Se le empañaron los ojos.

-Y todo...- Susurró. -Todo ha sido porque...¿por que?-

-No lo sé...- Respondió rompiendo a llorar. -Por favor déjame ayudarte, dejame enmendar mi...-

-No puedes...- Aseguró con la voz débil. -No puedo hacer como si nada de esto hubiera pasado, ahora mismo no puedo estar contigo...y si pudiera tampoco lo estaría conmigo...-

La alcaldesa se fue.

La sheriff se quedó en medio de la carretera sin saber que hacer.

-Emily tenía razón...- Suspiró. -No soy una salvadora...-

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-¿Entonces ya está?- Preguntó Arturo.

-Eso creo...- Respondió Merlín con gran pesar. -Solo hay que esperar...-

-Tu.- La alcaldesa entró haciendo salir disparadas ambas puertas de la casa.
Con una mano hizo que el rey saliera disparado contra la estantería de libros. Levantó dos dedos de su otra mano y los brazos del hombre se levantaron por encima de su cabeza para que no pudiera coger nada.