Once Upon A Time

NeverLand

-Esque no tiene sentido.- Replicó Emily. -La sombra solo se lleva a niños pequeños...-

-¿Y por qué quería llevarte a ti?- Se interesó Bella.

-No lo sé...- Buscó en su chaqueta hasta sacar un pequeño y redondeado espejo que abrió.

-¿No es un poco pronto?- Preguntó cariñosamente.

-Dijo que lo usara cuando fuera necesario...- Recordó con el espejo en la mano.

La mujer sonrió amistosamente.

La joven roció unos polvos morados sobre el cristal y la imagen cambió.

-¡Emma!- Corrió Mary Margaret.

Rumpel se dió la vuelta al escuchar a la mujer y Peter aprovechó el momento para abrir una cajita redondeada que le succionó.

-¡Rumpel!- Se agarró Bella al espejo.

Pan utilizó los poderes que absorbió del Ser Oscuro para lanzar a Regina y Blanca contra un árbol, cuyas raíces que se extendieron las atraparon.

-Ponerla con sus amigas...- Ordenó mientras unos de los suyos desataban a Emma y la estampaban contra el mismo árbol.

-Ahg...- Se quejó la rubia.

-Tienes poco aguante...- Forcejeó Regina.

Emily dirigió la mirada a Bella un instante.

-¿Qué era eso?- Preguntó con la voz temblorosa. -¿Qué le ha hecho a Rumpel?-

-...-

-Vuestro amigo, el Ser Oscuro, está muerto.- Aseguró el chico. -O como si lo estuviera.-

-Ahgg...- Se llevó las manos a la boca apartandose del espejo. -Rumpel...no, no puede ser...-

Peter le clavó una pequeña daga en el estómago a Emma.

-¡Ahg!- Aguantó en pie.

-Así no tardareis en decirme lo que necesito saber.-

-¡No!- Gritó Blanca desde el otro lado.

-Si vuelves a hacerle daño te juro que...- Amenazó Regina en el medio.

-¿O qué?- Apoyó la daga ensangrentada en el cuello de la mujer.

Rió. -Pregúntale a esta...- Señaló a Blancanieves. -...como es tener a la Reina Malvada en tu contra...-

-Vuestras almas me servirán para mí ejército de sombras...- Aclaró. -Sobretodo la tuya, la más oscura de todas...-

La imagen se disipó y la niña cerró el espejo metiendolo en su bolsillo.

-No...- Sollozó contra la pared.

Emily quiso animarla, pero algo le pasó por la cabeza y salió de la tienda.

-¿Em...?- Fue tras ella apoyándose en las paredes y el mostrador. -¿Qué estás haciendo..?-

-No podemos dejarlas morir.- Aseguró mirando al despejado cielo. -Tenemos que intervenir...-

-¿Qué..?- Dudó entre lágrimas. -¿Te has vuelto loca? Tu madre me mataría si permitiera que...-

-¿Esque no has visto que va a matarlas?- Recordó. -Tengo que ir...-

-No...- Fue hacia ella. -Emily, no.-

-Él ha dicho que no está muerto, que es como si lo estuviera.- Recordó. -Te prometo que lo traeré de vuelta.-

-¡No!-