-Seguro que está bien...- Aseguró Robin.
-¿Y si no es así?-
-Leo es un chico fuerte, seguro que ha podido con ella.-
-Más bien será al revés... Pero no es solo eso...- Explicó. -Si no ha usado su magia será por algo... Tal vez no pueda o no se atreva... ¿Y dónde está mí hermana? ¿La ha dejado sola o las han apartado?-
-Bueno, pues los encontraremos, y así verás que no les pasa nada.- Pensó. -He oído hablar de Oz, y parece un sitio seguro...-
-Tengo la sensación de que ningún sitio es seguro para ella...- Aseguró Regina.
-¿Tienes idea de como podemos llegar hasta allí o de como pueden ellos volver?- Preguntó Robin.
-Ellos pueden volver con Zelena...ella tiene unos zapatos magicos...- Explicó. -Pero le dije que no vinieran aquí porque no es seguro, además Emily es presa de un encantamiento y después de tanto tiempo, eso podría matarla.-
-¿No podéis volver a vuestro mundo?-
-Ya no existe...lo creó un hechizo que lanzé, pero para volver necesitaríamos otro igual y solo puede conjurarse con el corazón de aquello que más amas...-
-Seguro que por ahí hay algún brujo solitario amante de los perros.-
La mujer sonrió distraída. -¿Como lo haces? ¿Como puedes ser tan tremendamente optimista?-
-Supongo que eso es algo con lo que se nace...-
Regina podría haber soltado una de sus charlas sobre la vida y que nada se nace sino que se hace...pero no estaba de humor...
-Podemos seguir investigando.-
-Debemos seguir investigando...-
-...Aún no te he dado las gracias por salvar a Roland...-
-No tienes que hacerlo...- Aseguró Regina.
-¿Sabes?, sigo sin entender como una mujer como tu puede hacerse llamar La Reina Malvada...-
La mujer sonrió. -No me conoces...-
-Si, al menos lo suficiente como para saber que no sois malvada.-
-¿Tu no eras un ladrón...?- Rió.
-Sigo teniendo que defender mí honor...-
-Un ladrón con honor...- Bromeó ella.
-Y una Reina Malvada con debilidad por los niños...-
Regina sonrió y apartó la mirada.
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-Pues vuelve a conjurar el hechizo.- Sugirió Blanca.
-No puedo.- Estaba harta de que todos se creyeran tan inteligentes, como que a ella no se le había ocurrido... -Quién lo haga deberá estrujar el corazón de aquello que más ama, y en mí caso esa es Emily...-
-Pero tiene que haber otro modo de volver, es decir...allí está mí casa, toda mí vida...- Añadió Emma. -
-Ohh, lo siento tanto...- Dijo con sarcasmo.
-¿Cuál es tú problema?- Preguntó Emma. -¿Por qué nos tratas así?-
-¿Qué por qué os trato así? Creéis que vueatra vida no tiene sentido porqué os gustaría que las cosas fueran distintas...- Aseguró Regina. -Os tenéis los unos a los otros, pero no sois conscientes de la suerte que tenéis...-
-Lo siento, no pensé que...- Intentó disculparse.
-Ya, ese es el problema, que vosotros nunca pensáis...-
°°°°°°°°°°°°°°°
Antes de desaparecer por completo, Emily le explicó a su tía que nada podría romper ya el hechizo, que debían llebarla a un mundo sin magia o...
Zelena agarró el brazo del chico y dijo que las acompañaría mientras entrechocaba los chapines y una nube verdosa se los llevaba de allí.
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-¿Quién sois?- Se extrañó Robin al ver a una mujer joven de pelo rubio y rizado con traje verdoso que le hizo señas para que la siguiera.
-Shh...- Indicó la mujer.
Se adentraron en el bosque y la mujer paró.
-¿Necesitáis ayuda?- Preguntó él. -¿Como os llamáis?-
-Mi nombre es Campanilla.- Dijo ella. -He venido a ayudaros...-
-¿Sabes como llegar a Oz?-
-Me temo que no...- Respondió ella. -Pero no era eso a lo que me refería... Se trata de Regina...-
-¿Le ocurre algo?- Se preocupó.
-No...-
Campanilla le contó la historia del tatuaje del león.
°°°°°°°°°°°°°°°°°°°
-¿Dónde estamos?- Se asustó Leo al aparecer sobre una verde colina.
-¡Emily!- Descubrió a la joven inconsciente en el suelo. -Eh, eh...vamos...- Quiso despertarla palpando sus pálidas mejillas.
-¡Ayuda!- Gritó el chico. -¡Socorro!-
Robin, que no andaba lejos, escuchó al niño y reconoció su voz.
-¿Leo?- Lo llamó. -¿Eres tu? ¿Estás bien?-
-Tienes que ayudarnos.- Pidió el joven.
Robin miró a la chica tendida en el suelo.
-Tenemos que encontrar a...- Explicó Zelena.
-Regina...- Terminó la frase.
-¿Qué?- Se sorprendió la mujer. -¿La conoces?-
-Si, trabajábamos juntos para encontraros...- Aseguró. -Me lo explicó todo... Leo, ve al campamento y avisa de que vamos...-
El niño echó a correr.
-¿Qué le pasa?- Preguntó el hombre.
-Tenemos que ir a un mundo sin magia, o sino...-
-Vamos, no hay tiempo que perder...-
Robin cogió a la joven entre sus brazos y ambos se dirigieron al campamento.°°°°°°°°°°°°°°°°°°
-¡Socorro!- Apareció el chico en el campamento. -¿Dónde...dónde está?-
Todos lo miraron perplejos.
-¿Dónde está la Reina Malvada?- Fue lo único que se le ocurrió, pues no sabía su auténtico nombre.
Regina sintió que se abría un vacío entre el resto de personas y ella.
Cuando todos la miraron y comentaron, el niño supo que era ella.
-¡Vamos!- Pidió. -¡Tienes que venir!-
-¿Pero quién eres?- Se soltó la mujer.
-¡Soy Leo!- Explicó. -¡Tienes que venir conmigo!-
-¡Regina!- La llamó Zelena corriendo tras Robin.
Regina quedó inmóvil durante unos segundos. -¿Pero qué habéis hecho...?- Susurró.
-No hemos sido nosotros...- Aseguró Zelena. -He...he perdido mis zapatos...- Se dió cuenta al ver que eran normales y no los chapines mágicos.
Robin dejó a la niña en el suelo a la vez que Regina se acercó y rompió a llorar tras rozarle la cara y sentirla fría...
-¿Qué hacemos?- Preguntó preocupada Zelena.
Regina pasó sus manos sobre los brazos de la joven, casi como si tratara de mantenerla en calor.
-Nada...no hay nada que podamos hacer...-
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Once Upon A Time
Fiksi Penggemar(Primer fanfic, por favor no juzgar la cuenta solo por este, he mejorado mucho!) Portada by: OriPerez9