Once Upon A Time

What I'm Falling For?

Emily fue la primera en abrir los ojos.
Hizo presión sobre el hombro de la rubia para despertarla.

-Mmm...- Se despertó. -Oh...¿estás bien?-

La chica asintió.

-¿Seguro?-

Ambas se levantaron.

La joven miró extrañada a la mujer, pues esta tenía el cabello algo más blanquecino y llevaba puesto un vestido blanco a juego con la capa.

-¿Qué?- Preguntó. -Al menos yo no parezco un vampiro...-

La niña se miró el pelo...¿Rojo? ¿En serio? No era un rojo chillón ni claro, era rojo sangre. ¿Alguien se le había desangrado encima?
Llevaban el mismo peinado suelto y brillante y las mismas combinaciones de ropa, pero la menor se quitó la capa y allí la dejó.

-Vendrán a buscarnos, de eso estoy segura.- Aseguró Emma. -Pero mientras tanto hay que saber a qué nos enfrentamos.-

Emily le agarró el brazo y la paró justo antes de que una flecha se clavara en el árbol ante sus ojos.

-¿Qué demonios?- Se giró hacia la mujer de vestido azul y unos dieciocho años que la había disparado. -¡Casi nos matas!-

La sujetó con su magia y le arrancó el corazón.

-No...sucumbas...a la oscuridad...- Aconsejó la niña en un tono de voz bajísimo. -Eres mejor que esto...Emma...-

La mujer se paró a pensar un instante; Emily, con medio corazón y dos hechizos, encontraba fuerzas para hacer lo que, creía recordar, era lo correcto.

-Ahg...ah...- Se quejó la mujer cuyo corazón sujetaba.

-...- Se asustó de si misma y le devolvió el corazón al pecho.

La mujer hiperventiló. -¿Quién sois..?-

-Venimos de otro reino...- Explicó la rubia. -No tienes que temernos...-

-Acabas de intentar matarme.- Recordó.

-Para ser justos tu también lo habías hecho.-

-¿Necesitáis ayuda?- Se prestó.

-¿Dónde estamos?-

-Camelot.- Respondió.

-¿Del rey Arturo?- Rió.

-No.- Dijo segura. -De Ricardo Corazón de León.-

-¿Podrías llevarnos hasta él?- Preguntó la mujer.

-Claro, es un amigo de la família.- Se presentó. -Mi nombre es Mérida.-

-Venga ya...¿ella también es real?- Susurró Emma.

-Eso creo...- Respondió mirándose la mano derecha.

-Será mejor que emprendamos camino...-

°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°

-Yo suelo cazar por aquí, estos bosques son geniales para ello.- Contó la pelorroja. -En mí casa no hay casi animales...-

-¿Vives muy lejos?-

-En otro mundo.- Rió. -Pero a veces vengo por aquí, me conozco el terreno... En realidad solo cazo cuando es necesario, pero siempre me va bien practicar tiro con arco.- Siguió, señalando a las dianas. -Así de paso me marco el camino de vuelta.-

Y no dejó de hablar en todo el camino.

-¿No te recuerda a cierta pareja de locos?- Bromeó Emma por lo bajo.