Once Upon A Time

*Operación estrella*

-¿Entonces está viva?- Preguntó Emily al salir de la cripta.

Emma asintió.

Zelena apoyó su mano sobre el hombro de su hermana.

De pronto todas las luces de la ciudad se apagaron.

-¿Qué ha sido eso?- Se preocupó Emma.

-No hay luz...- Se dio cuenta la niña.

-Lo sé, por eso he dicho que...- Explicó Emma.

-No, me refiero a que no hay nada de luz.- Miró al cielo

-¿Y las estrellas?- Preguntó Zelena. -¿Y la Luna?-

Se escucharon golpes cerca de la plaza de la ciudad y se acercaron.

Una mujer sopló unos polvos luminosos de su mano a uno de los enanitos y este se durmió en el acto.

La mujer llevaba un largo vestido lila con pedrería y cristales incrustados, una gran capa que arrastraba por el suelo.

Su cabello era castaño y largo y sus ojos verdosos.

-Es ella...- Dijo Emma.

-Emily, espera.- Dijo Regina. -No tienes que ir si no quieres, es decisión tuya.-

-Lo sé.-
Emily soltó la mano de su madre y se acercó a la mujer.

Regina no pudo retenerla, había sentido como se le escapaba su mano y se quedaba vacía.
Fue como el día en que dió su primer paso, supo que no la necesitaba tanto como antes.

-¿Quién eres?- Preguntó la joven.

La mujer se giró con cautela y la miró de arriba a abajo. Levantó la barbilla de la niña con su mano y sonrió.
-Mí nombre es Angela, soy tu madre?-

Emily parecía sentirse incómoda.
-¿Has sido tu quién lo ha provocado todo?-

-Por fin te encuentro...- Dijo la mujer acercándose a la niña.

La joven retrocedió y la mujer se extrañó.

-Has intentado matar a mí madre...- Se extrañó disgustada.

-¿Qué están diciendo?- Preguntó Zelena.

-No lo sé.- Respondió Emma.

Angela dirigió la mirada hacia Regina.

-Algo va mal...- Advirtió la alcaldesa.

Angela utilizó su poderosa magia morada para sujetar del cuello a Regina desde la distancia. En menos de un segundo se plantó ante ella.

-¡No!- Corrió Emily.

Zelena y Emma trataron de ayudarla, pero su magia no funcionaba.
Angela las lanzó a cada una a un lado de la carretera.

-¿Quién te crees que eres?- Sus ojos se tornaron luminosos. -Has apartado a mí hija de mí todo este tiempo. Lo vas a pagar.-

-¡Vas a matarla!-

-Ese es el plan...- Aseguró apretando su mano.

Angela se vio atrapada por una atadura de magia de la niña. La miró atónita y se liberó.
-¿De verdad creías que tú magia era rival para la mía?-

-No, no, no, no.- Recuperó fuerzas. -¡Emily!-

Cuando la niña intentó defenderse con su magia, la mujer capturó su mano llena de luz y ambas desaparecieron en una nube azul.

-Ah...- Suspiró Regina.

-Regina...- Llegó Emma.

-Se la ha llevado, por nosotras...-

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Emily y Angela aparecieron en la copa de un árbol.

-¿Qué hacemos aquí?- Preguntó nerviosa la niña.

-Desde aquí las estrellas parecen más grandes...- Aseguró la mujer inclinandose para ver mejor.

-¿Qué es lo que quieres?-

-He venido para llevarte a casa.- Explicó.

-Yo ya tengo una casa...- Tembló de frío.

-¿Con esa Reina Malvada?- Rió. -Siento que acabaras con ella.-

-Pues yo no...- Respondió la joven. -¿Quien te crees que eres para aparecer por aquí ahora y empezar a atacar e insultar a mí família?-

-Soy tú madre, y soy tú família.- Informó. -He estado buscandote toda mí vida, dos vidas para ser exactos. Maléfica te llevó con tú tío, pero cuando os fuisteis a otras tierras no pude encontraros.-

-¿Daniel?- Preguntó triste. -¿Por qué me llevó con él?-

-Porque yo se lo pedí.- Explicó Angela. -Sabía que él cuidaría de ti, era un buen hombre, y no merecía acabar así... Y todo por culpa de Regina.-

-No fue culpa suya.- Respondió enfadada. -Fue Cora quién lo mató, y lo hizo porque no tenía corazón.-

-¿Por qué la defiendes?- Se extrañó la mujer. -Después de todo lo que ha hecho, todo lo que nos ha hecho...-

-Porque es mí madre.-

-¡Deja de decir eso! ¡Yo soy tu madre!- Se alteró. -He venido aquí para buscarte.-

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-¿Por qué, Swan?- Preguntó Regina con la mirada ausente. -¿Por qué vuelvo a caer en la misma trampa una y otra vez?-

-¿A qué te refieres?- Preguntó Emma.

-Es obvio que los villanos no tienen finales felices...pero me empeño en creer que tal vez pueda redimirme, llegar a ser feliz...- Explicó la mujer. -¿Siempre va a ser así? ¿Alguien va a venir aquí y va a llevársela, y luego qué? Puede que la encontremos, pero siempre van a volver a quitarmela...-

Emma no supo qué decir.

-Es curioso que cada vez que mí vida parece ir a peor o tú madre o tú estáis ahí...- Observó la mujer. -¿No te parece?-

-Emma, he venido lo antes que he podido.- Aseguró Mary Margaret entrando por la puerta de la comisaría.

-No creo que sea una buena idea que ella esté aqui.- Pensó Zelena.

-Disculpa pero esto no es culpa mía.- Afirmó Mary Margaret. -Siento mucho lo de Emily, e imagino como lo estará pasando, ¿pero no os habéis parado a pensar que tal vez esto sea lo mejor?-

Se hizo el silencio durante dos incómodos segundos.

-Yo la mato.- Se levantó Regina.

-¡No!- Intentó frenarla Zelena agarrando su brazo.

-¡Regina!- Se interpuso Emma.

Zelena agarró a su hermana por la cintura.

-¡Aparta Swan!-

-¡Basta, Regina, controlate!- Pidió Emma.

Zelena hizo que se sentara a regañadientes.

-¿Por qué dices eso?- Preguntó Emma.

-Solo quiero que lo penséis.- Dijo Mary Margaret. -Emily ha encontrado a su madre después de tanto tiempo, si yo fuera su madre también querría estar con ella, no sabemos toda la historia.- Miró a su hija. -Sigo preguntándome qué habría pasado si Emma hubiera encontrado a otra família. Hoy no estaríamos aquí...-

-¿Lo que estás diciendo es que te alegras de que estuviera sola toda mí vida?- Se molestó Emma.

-No...sólo digo que desde su punto de vista está haciendo lo correcto.-

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-De acuerdo, lo haremos a tu manera.- Cedió Angela.

Antes de irse, Emily le preguntó como la había encontrado.
Al igual que Lilith, el collar se activó con su magia, por eso cada vez que la usaba le daba mas pistas hasta que logró encontrarla.