It's all right

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-¡Zelena!- Se abrió paso entre la gente junto al chico y logró lanzarle el colgante antes de que lo atraparan.
Tenía un golpe en la frente.

Ella lo cogió al vuelo y quiso acercarse cuando tres monos y un cuervo lo agarraron.

El chico llegó a su lado.

-Rápido.- Recordó la muñeca.

La mujer corrió hacia el trono y buscó la gema del colgante que se escurría entre sus manos mientras llevaba la mirada al hombre que sacó su espada para matarlo cuando los otros lo agarraban.

Se le cayó debajo del sillón y trató de alcanzarlo con su mano, pero no llegaba.

-No hay tiempo para esto...- Murmuró.

-¿Qué vas a hacer..?-

-No puedo dejarlo ganar...- Se levantó.

-¿A quién?- Preguntó Ricardo.

-Al miedo...-

-¡Espera!-

La bruja estiró su brazo creando una onda de magia verdosa que hizo temblar todo el castillo.

-¡Zelena!- Advirtió Will.

Lanzó un último golpe de flujo verde brillante al centro.

-¡Zelena!- Intentó soltarse.

-Te dije...- Consiguió pronunciar. -Que prefería morir a usar mi magia de nuevo...- Le dolió. -Pero eso no te incluía a ti...-

Por fin todos los monos y cuervos habían desaparecido.

Algo se rompió en su interior que la hizo doblegarse y, como si se tratara de una explosión, salió disparada contra la pared.

-¡No!- El Mago se soltó cuando otros lo ayudaron y retuvieron a los cuatro rebeldes en el centro de la sala. -¡Zelena!-

La mujer se dió contra la pared y cayó rebotada al suelo golpeandose la cabeza con fuerza y quedando inconsciente por el hechizo.

-¡Zelena!- Corrió hasta ella y comprobó que respirara. -¿Qué has hecho?-

-¿Qué le pasa?- Preguntó la muñeca asustada.

-No lo sé...- Respondió agitado.

-¿Se va a poner bien..?-

-¡No lo sé!-

-Alguien tiene que ponerse la corona...- Recordó uno.

-No puedo hacerle eso...- Aseguró. -Tenía que ser ella, ella y solo ella puede hacerlo, ¿estamos?-

-Alguien tiene que hacerlo.-

-Eso, hazlo.- Ordenó el rebelde. -Así le demostrarás que estaba en lo cierto al denegarte su confianza...-

-No le hagas caso...- Pidió Lucy. -Si no confiara en ti no habría hecho lo que ha hecho...-

El chico, Ricardo, cogió la corona y se la acercó al Mago.
-Sabes que tienes que hacerlo...por ella...por todos...-

-Tengo que demostrarle que no era una treta.- Recordó. -No puedo dejar que crea que todo formaba parte de un plan para matarla y gobernar, y si lo hago...-

-Creo que ya lo sabe...- Dedujo. -Vine aquí buscando la valentía, y vosotros me la habéis mostrado...-

William se puso la corona sin siquiera levantarse ni dejar de mirarla.
-En cuanto despierte le traspasaré los poderes sobre Oz...-

-Eso va a ser interesante...- Rió el rebelde. -Mucho me temo que es presa de un hechizo.-

-¿Que?-

-Si usaba sus poderes...su vida era el precio.-

-¿Qué le has hecho?- Se acercó.

-Se lo ha hecho ella solita.- Sonrió.

-Vuelve a...- Lo apartaron.

°°°°°°°°°°°

Will cogió a Zelena y la llevó hasta la habitación que prepararon para ella.

La mujer respiraba cada vez más lentamente sobre la cama junto a la ventana de colores.

Sabían que no le quedaba mucho, ya que ese hechizo solía matarte lentamente.

-Te están esperando todos.- Explicó. -¿Sabes? Tu tenías que ser su reina...-

-Tienes que salvarla...- Pensó la muñequita. -En los cuentos que me leía mi papá, el chico asiempre salvaba a la chica.-

-Ella nos ha salvado.- Recordó. -Y esto no es uno de esos cuentos con finales felices.-

-Puede que eso sea lo que piensas tu...pero, ¿y ella?- Sugirió. -Tal vez si ella cree...-

-¿Qué quieres que haga? ¿Besarla y esperar que despierte?- Dijo dolorosamente sarcástico.

-En los cuentos siempre...-

-Esto no es un cuento.-

-Pero...el amor verdadero es...la magia más poderosa...- Insistió.

-Puede, más ella, no me ama...- Argumentó. -Le mentí y ahora sabe la verdad; que soy un farsante.-

-Lo hiciste por ella...-

-Esa es la excusa más vieja y más mala que...-

-¡Déjate de excusas ya!- Pidió. -¡Inténtalo! ¿Por qué tienes tanto miedo?-

-...Bueno...si no funciona será porque ella no siente lo mismo y...sinceramente no sé si podría vivir con ello...-

-No seas cobarde...- Pidió. -Hazlo por ella...-

El Mago miró a la Bruja por un momento.
Solo quería protegerla, pero sabía que sería inútil, ya que era cabezota e independiente. Eso le encantaba.
Era la mujer más dulce y bella que jamás había visto.

Se decidió a intentarlo y por fin la besó.

Se apartó con sumo cuidado con terror por que no funcionara o por que fuera demasiado tarde.

-¿Qué pasa?- Preguntó Lucy.

-Te lo dije...- Derramó una lágrima.

-Creo que no ha funcionado, prueba otra vez...- Murmuró reservando fuerzas para abrir los ojos.

No podía creerlo.

Ella sonrió y se le tiró encima dándole un abrazo y ambos cayeron hacia atrás sobre la cama.
Se apoyó sobre sus manos y dejó caer su pelo rojizo sobre los hombros del atónito hombre.

-Me has salvado, cabeza de chorlito.- Rió. -Me has salvado.- Lo besó antes de que pudiera estropearlo.

-Tu nos has salvado a todos...-







Apartir de ahora volvemos a la historia normal, no mas recuerdos de Zelena

Once Upon A TimeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora