Once Upon A Time

The teacher

La forastera abrió la puerta del despacho.
Su vestido era negro y llevaba una chaqueta de blanca sobre el brazo.

Cabello negro y lacio que caía hasta medio cuello. Piel castaña y ojos de almendra.

-No esperaba un gran recibimiento...- Tendió su mano a la alcaldesa.

Regina le devolvió el apretón de manos sin dejar de fijarse en el llamativo collar.

-Claro que esto tampoco es tanta cosa...- Miró a su alrededor y revisó con la vista el estilo de la sala. -¿Dónde puedo instalarme?-

-Perdone, pero, ¿quién es usted?- Pareció molesta.

-Vanessa... Soy profesora de literatura.-

Regina no se fió. -Si ha podido entrar es porque pertenece a un mundo que no es este, un mundo con magia... De dónde viene..?-

-Ahh...pertenezco a este mundo.- Aseguró riendo como si fuera obvio. -Pero no a esta época.-

-La entrevisté por teléfono.- Explicó él. -Utilizaron magia para detener el paso del tiempo en ella.-

-¿Cuando empiezo..?-

-Primero tendré que entrevistarla...-

-¿No se encarga de eso el colegio?- Se extrañó.

-La señorita Blanchett no sería capaz de evaluarla correctamente.- Aseguró.

-Pero esa es la ley.-

-Soy la alcaldesa, yo soy la ley.-

°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°

-No es justo.- Murmuraba Leo cuando la niña le enseñaba el cuaderno de ejercicios. -No tiene sentido.-

-Si que lo tiene.- Aseguró. -Vamos, lo hemos estado trabajando toda la tarde, te lo sabes.-

Regina entró por la puerta con el teléfono móvil entre su cabeza y hombro.
-No me fío de ella.- Cerró la puerta con el brazo. -Vigilala... Pues busca tiempo... Adiós.-

-¡Si, eso!- Felicitó la chica. -¡Correcto!-

-¿Aún seguís estudiando?- Miró el reloj. -Pero si son casi las nueve.-

La mujer dejó el bolso sobre la mesa y unas bolsas en la entrada a la vez que guardaba el móvil.

-¿Las nueve?- Se asustó. -¡Debería estar ya de vuelta!-

-Si quieres quedarte a cenar, puedo llamar a Robin.- Sugirió Regina.

-No creo que nos oiga.- Pensó.

-No tonto, con el teléfono.- Rió la joven.

-¿Qué es eso?- Se extrañó. -¿Una especie de máquina?-

-¿Entonces, te llevo?-

El chico miró a Emily. -Ehh...- Dudó.

-En coche...- Explicó.

-Claro...-

-¿Os acompaño?- Preguntó Emily.

-Eh...-

-No hace falta.- Sonrió Regina. -Nos apañamos.-

°°°°°°°°°°°°°°°°

Regina y Leo llegaron en coche al bosque.

-¿Qué creías?- Preguntó ella. -¿Que iba a matarte o algo así?-

-no...- Respondió inseguro con la mirada gacha.

Regina pensó unos segundos. -¿Qué les pasó a tus padres?-

-Ellos murieron...- Afirmó. -Hace años. Mí madre murió de una enfermedad cuando yo tenía tres años, por eso no la recuerdo...-