Once Upon A Time

I don't want to hurt you

El dragón se dirigía a los límites de la ciudad.

-¿Que era eso?- Se preocupó Mary Margaret.

-Maléfica...- Respondió Rumpelstiltskin.

-¿Como estás tan seguro?- Preguntó David.

-Porque lo estoy, ¿o acaso te crees más hábil que el Ser Oscuro?-

-Rumpel...- Despertó Bella.

-Bueno, ¿y qué quiere hacer ese ser aquí?- Se extrañó Emma.

-Nada bueno.- Dijo David.

-Es malvada, no tramará nada bueno.- Aclaró Blanca.

-Puede que no quiera destruirnos, tal vez solo quiere hablar.- Propuso Emma.

-No podemos fiarnos de ella, tu no la conoces.- Insistió Blanca.

-¿Y Emily?- Se asustó Ruby. -Chicos, ¿y Emily? ¿Dónde está?-

°°°°°°°

Emily había decidido seguir el rastro al dragón.
Eso la llevó hasta los límites de la ciudad, a un claro.

Allí se encontraba Regina, esperando.

El dragón se posó delante de ella y cobró forma humana.

Era una mujer alta y rubia con un cetro con una bola morada. Su ropa era grisácea, fina y rasgada, y un poco rota. Había pasado por un largo viaje entre mundos y estaba débil.

-Nos están observando...- Dijo guiándose. Con el cetro señaló hacia dónde se encontraba la niña y una bola de magia lila la capturó y la acercó en el aire.

-No, espera.- Pidió Regina. -¡Es mí hija!-

La mujer del cetro se quedó mirando a la joven. -Pero si es solo...una niña...- Se apenó.

Regina lanzó una bola de fuego a la mano de la mujer y esta soltó el cetro dolida.

La niña cayó.

-¡Emily!- Corrió hacia ella.

-Estoy bien.- Aseguró levantándose y sacudiendo su ropa.

-Siento lo de tu mano...- Dijo Regina.

-No importa, me lo merecía...- Suspiró la mujer. -¿Que edad tienes?- Preguntó tratando de sonreír.

-Catorce.- Respondió Emily. -¿Eres Maléfica?-

-Si, soy yo...-

-¿Cuál de las dos?-

-¿Qué?- Se extrañó Regina.

-En el libro aparecen dos, por el color de pelo creo que es la mayor.- Explicó la niña.

-Es cierto, tenía una hermana. Ella nació con alas y nuestros padres la abandonaron en el páramo. ¿Le va bien?- Se interesó.

-Ahora son las ciénagas, pero si, le va bien. Encontró su final feliz a pesar de todo.-

-¿Qué?- Siguió sin entender la alcaldesa.

-No tiene importancia.- Afirmó Maléfica acercándose. -¿Tu me ayudarás?-

-¿Yo?- Preguntó Emily.

-Tu debes devolver los finales felices a todos, ¿verdad? Eres la salvadora.-

-Supongo.-

-No te dará poder ni inmortalidad si es lo que buscas.- Advirtió Regina.

-No es eso lo que necesito...- Aseguró. -Necesito que encontréis a mí hija...-

-¿A tu hija?- Regina estaba confusa.