Once Upon A Time

Somewhere in Oz

-Historia de qué pasó cuando Zelena volvió a Oz para restablecer el orden-

Zelena apareció en Oz.
Se sacudió los el vestido con el que apareció, uno verdoso con una capa marrón y una trenza a modo de diadema.
Escuchó un ruido.
Era de noche, junto al mirador de las afueras de la ciudad.

-¿Quién anda ahí?- Intentó no parecer asustada.

Alguien salió de entre los arbustos y ella se echó para atrás.

-La bruja ha vuelto.- Rió.

-Mago...- Dijo en tono despectivo.

-¿Tienes miedo?- Se sorprendió. -¿Pensabas que iba a matarte o algo así?-

-Ahora que sé que eres tu no, cabeza de chorlito...- Le ofendió. -Nadie te tiene miedo...-

-Claro...- Murmuró él. -No como a ti...-

-Ellos tenían miedo de la Bruja Mala.- Se molestó.

-Por supuesto.-

-Solo estás enfadado porqué te convertí en un mono volador...- Aseguró.

-Me pasé dos años, volando por ahí en busca de platanos.- Explicó. -En Oz. Plátanos. En Oz.- Dió a entender que no habían en toda la ciudad.

-No tengo tiempo para perder contigo, cabeza de chorlito, si, ese será tu nombre a partir de ahora.- Se giró.

-...¿Cuál es tu plan..?-

La mujer buscó algo con la vista. -Tengo que ayudar a mi pueblo. Por todo lo que he causado...-

-Las hermanas de Glinda se retiraron del poder.- Resumió. -Temían que a ellas también las culparan por...por Glinda...-

-¿Quién gobierna ahora?- Se preocupó.

-...- Mantuvo fuerte la mirada.

-¿Por qué te escondias en el bosque..?- Insistió con cautela. -¿Qué ha pasado?-

-Unos rebeldes tomaron el castillo...- Explicó triste. -Están sembrando el terror en todo el reino...no se les puede parar, son demasiados. Tienen un ejército de monos voladores y hombres cuervo...-

-¿Monos voladores?- Se extrañó. -¿Son..?-

-Me temo que si...los que la Bruja Mala convirtió.- Recordó. -Luchar contra ellos sería un suicidio, además, son gentes del pueblo; amigos, vecinos, familia...no quieren hacerles daño...-

-¿Cuál es el plan?- Lo siguió cuando se dió la vuelta y caminó hacia el bosque.

-...No hay ningún plan...-

-Pero...pero tu eres el Mago...- Recordó. -El Mago de Oz...tu siempre tienes la solución a todos los problemas...-

-No soy un mago...- Admitió. -Ni siquiera poseo magia...no puedo ayudarlos...- Se adelantó cuando la mujer se paró.

Zelena bajó la mirada por un momento y se quedó unos metros atrás.
-¡Espera!- Lo siguió.

-Esto no es seguro...- La avisó. -Será mejor que vuelvas con tu sobrina y tu hermana...-

-No, he venido hasta aquí para ayudar...-

-Nadie puede ayudar.- La cortó. -Vete con tu família, eso es lo más importante que alguien puede tener...-

Siguieron caminando un rato sin apenas decir palabra.

-¿A dónde vamos?- Preguntó ella.

-A ponerte a salvo.- Respondió. -Has dejado que el portal se cierre, lo que ha sido un gran error...-