Once Upon A Time

The Swan Princess

¿Pero qué había pasado? Emma no podía entender por qué ahora era un cisne. ¿Qué provecho podía sacar Rumpel? Además, ¿por qué un cisne?

Al sentir que se acercaban sus padres decidió irse y esconderse.

Tal vez no había sido una buena idea...

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-Deberíamos parar a dormir un poco.- Sugirió Robin.

-¡No!- Se agobió Regina. -¡Tenemos que encontrar a Emma!-

-Ya es casi media noche, yo estoy bien, pero estoy seguro de que llevas más tiempo sin descansar del que recuerdas...- Afirmó.

-No descansaré hasta que encontremos a Emma. ¿Queda claro?- Repitió. -Ella es la única que puede ayudarme a encontrar a mí hija...-

Decidieron parar en un pequeño lago.

-Esto no tiene sentido...- Aseguró Regina.

-¿El qué?-

-Yo he estado antes aquí, creo que estamos otra vez en el principio...-

-¡Regina!- Apareció Emma corriendo hacia ella con un vestido blanco suelto con dos tiras azules colgando de su cintura.

-¿Pero qué?- No pudo creerlo. -¿Swan? Rumpelstiltskin te había convertido en un cisne...-

-Es cierto que lo hizo.- Explicó Emma exhausta. -Pero tu magia, eso me permitió volver a mí forma humana al anochecer, cuando entré en el lago.-

-¿Entonces se ha roto el hechizo?- Preguntó Robin.

-No del todo...- Continuó. -Solo por las noches...durante el día vuelvo a ser un cisne... Espera, ¿quién es este?-

-El es Robin.- Respondió ella. -Me está ayudando...-

Emma sonrió.

-¿Gold te ha hecho esto?- Cambió de tema.

-Si, él...no pensé que fuera a hacerme daño...- Explicó.

-¿Cómo puede revertirse un hechizo así?- Preguntó Robin.

-Solo puede romperse con un acto de amor verdadero...- Recordó Regina.

-¿Querrás decir un beso?- Pensó el hombre.

-No, un acto.- Explicó. -No tiene por qué ser un beso.-

-¿Y quién puede romperlo?-

Regina miró a la mujer.
-Garfio.-

-No, Regina.- Enrojeció. -Él y yo no somos...-

-Por favor, Emma, se enfrentó a mi cuando creyó que yo te había hecho algo...-

-¿Si tu le quieres y él te quiere, dónde está el problema?- Se extrañó el hombre.

-Porque aún no lo han admitido.- Rió la mujer. -¿Por qué se complicarán tanto la vida?-

-Pero, Regina...se fueron hace mucho...- Explicó Emma.

-¿A dónde?-

-Creo que al castillo de Rumpel...deben pensar que él puede ayudarlos...- Pensó la mujer del vestido blanco. -¡Vamos, hay que encontrarlos!-

-¡Espera!- Le agarró el brazo. -Es casi de día, no puedes ir siendo un cisne... Esperaremos a mañana.-

-Pero...¿y si les hace algo?-

-Aún tardarán en llegar, además, con mí magia llegaremos mucho antes...-

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