Before the moon...

Capítulo 58

Los días pasaban y las promesas se cumplían. La gira continuaba y ninguno de los dos había dirigido la palabra al otro. El malestar y la tensión eran evidentes. Sus compañeros y su equipo, que ya estaba enterado de lo sucedido, intentaban ser lo más neutrales que les resultaba posible. La situación era insostenible, y aunque lo intentaron, no había manera de hacerlos entrar en razón. Y si existía una mínima posibilidad de acuerdo, Poncho haría imposible cualquier tipo de acercamiento o reconciliación entre los dos...

Estaban en Culiacán, dispuestos a dar su último concierto antes de tomarse tres semanas de vacaciones. Dulce, esperando la hora de comer, se tumbó en el sofá de su cuarto, decidiendo entretenerse con cualquier programa que se pasee por la televisión mexicana. No sabía que su primera opción destrozaría aún más su maltrecho corazón... El titular de la nota avanzaría lo que sucedería a continuación: «Los rebeldes se separan: Poncho Herrera corta con Dulce María y Christopher Uckermann con Anahí». La joven, ojiplática, envía un rápido sms a su amiga con la intención de que ésta acuda a su cuarto. Antes de que las primeras imágenes se emitan, la güera ya se encuentra a su lado. El silencio se hace en la habitación dejando paso a las palabras de sus antiguas parejas.

Un sonriente Alfonso Herrera abre la conversación con la entrevistadora:

- ¿Qué creen? ¡Ya corté!; comenta alegremente el muchacho.

- ¿Por qué?; pregunta sorprendida la señora, mientras Poncho se ríe a carcajadas.

- No, pues mira... Exactamente, soltero y sin compromiso. Ven acá, ven acá soltero; llama a su compañero de banda en tono burlón.

Es ahora Uckermann el que decide hablar:

- No, no somos novios. Somos amigos; responde respetuosamente el joven.

- ¿Cómo que ya no son novios?; lo cuestiona la periodista asombrada.

- No, somos amigos; reafirma él.

- ¿Por qué terminaron?; pregunta nuevamente la mujer.

- No, no es que hayamos terminado, si no que así se dan las cosas nada más... Pero todo bien; responde el chico visiblemente incómodo.

- ¿Malos entendidos o habrá posibilidades de regresar?; continúa la señora con su particular interrogatorio.

- Ah, nunca se sabe, pero hasta ahorita no, buenos amigos, nada más; dice el greñudo dando por concluida la plática.