Before the moon...

Capítulo 137

Dulce María, ansiosa, espera la respuesta de Christopher.

- Claro que estoy de acuerdo, aceptaría cualquier cosa con tal de estar más cerca de ti; comenta el muchacho visiblemente ilusionado.

- Quedamos así entonces; sonríe la pelirroja mientras le guiña un ojo.

- Pero... ¿qué somos a partir de ahora? Amigos, amigos con derechos, novios sin compromiso, novios en secreto...; preguntaba Uckermann dubitativo.

- Ay Chris, qué manía por ponerle nombre a las cosas. Somos dos personas que nos gustamos y que ante todo haremos lo que nos apetezca disfrutando el uno del otro, y si en algún momento nos cansamos de esto nos lo haremos saber, con confianza. La vida son dos días, debemos ser felices, sin perder el tiempo en nimiedades de este estilo. De nada nos valdrá ser novios si todo el día andamos a la gresca y de todo nos valdrá no ser nada si así nos hacemos felices. El compromiso está demasiado sobrevalorado, las telenovelas han hecho mucho mal a este mundo, no sé ni por qué sigo trabajando en ellas. Creo que definitivamente me dedicaré a la música y al cine... Es que Chris, aunque nos lo inculquen desde chiquitos, te aseguro que casarte y tener hijos no es el fin último de nuestras vidas. Nacemos para ser felices, y nuestra felicidad va a depender de los sueños que cada uno tenga, no de los que nos impongan otros. Yo sueño con ser feliz y disfrutar al máximo de la vida haciendo lo que más me gusta. Ya canto, ya compongo, ya actúo, ya escribo, ya pinto, tengo una familia y unas amigas que me aman y a las que amo, y ahora siento que parte de mi felicidad va ligada a compartir momentos contigo, sin nombre, sin nada, solo momentos que podamos disfrutar tú y yo, momentos que queden grabados en nuestra retina para siempre. Y si esto sigue hacia delante pues ya veremos qué pasa, ahora dame un beso y disfrutémoslo sin ataduras; divagaba la chica mientras el hombre que tenía enfrente no podía dejar de mirarla con ojos de admiración.

- Ay Dul, por esto es por lo que me encantas; le sonríe Uckermann antes de enfrascarse en un tierno y largo beso.

- Vámonos muchachita, luego dices que... Ándale papá, ¿de qué me he perdido yo?; saluda alegremente Anahí entrando al camerino de su compañera.

- Luego te platico Annie, pero de esto ni una palabra a nadie; pide Dulce sonrojada.

- A sus órdenes mi capitana, pero vámonos ya que aún no hemos empezado con el primer plato y ustedes ya se están comiendo el postre; se burla la muchacha mientras tira de sus manos hacia la salida.