Before the moon...

Capítulo 77

Ahora eran Dulce y Anahí las que se sumían en un llanto constante cuando la güera terminó de relatar lo ocurrido durante los últimos tres días.

- Lo siento, lo siento mucho; decía Annie ahogándose en sus propias lágrimas.

- No te preocupes Campana, a lo mejor era lo que necesitaba para darme cuenta de una vez por todas que no tengo nada que hacer con él...; suspiraba la pelirroja secando su cara.

- Pero yo...; intentaba decir la joven.

- Ya está Annie, en serio. No voy a decir que no esté decepcionada contigo porque te estaría mintiendo. No me lo esperaba de ti, pero no te culpo, al fin y al cabo ya no somos nada...; dice Dulce cautelosamente.

- Pero yo soy tu amiga, y sé que aún lo quieres. No debería haberlo hecho...; respondía la chica visiblemente arrepentida.

- Y seguirás siendo mi amiga, no te preocupes. Ahora necesito estar sola para asimilar todo esto... Gracias por venir a contármelo, eso también dice mucho de ti; exhala Dulce, despidiéndose de su compañera con un tierno abrazo.

- Y ahora sécate esas lágrimas, no quiero que mis papás se enteren de nada; le ordena la pelirroja tendiéndole un clínex.

- Muchas gracias princesa, y discúlpame de nuevo...; insistía nuevamente Anahí.

Cuando la güera abandonó su casa, Dulce se preparó un termo de café, informando a su familia de su deseo de no cenar, sumiéndose en un llanto profundo al cerrar la puerta de su cuarto. Esos sentimientos encontrados que le contraían el cuerpo sólo podían plasmarse de una forma. Un poema que decía así: «Aquí estoy descifrando el porqué de tu partida. Paso de acusarte a defenderte, de culparme a no entenderte y al final, termino entra la nada de siempre. Si alguna vez me hiciste soñar, debo confesar que mis sueños los partiste a la mitad. Si volví a creer en el amor fue por ti, y hoy me dejas aquí sin saber adónde ir. Le devolviste el sentido a mi vida y a mi corazón la sonrisa. Hoy te vas dejando sólo oscuridad. Me hiciste creer en fantasías. Me envolviste en tus mentiras. Hoy mi alma se siente vencida y mi sonrisa está vacía. Aquí estoy tratando de cerrar la herida que dejó tu partida. Paso de extrañarte a no quererte. De buscarte a no encontrarte. Si alguna vez te hice sufrir no fue por mí. Tengo una mala idea del amor y no era por ti...».