Capítulo 107

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Christopher ignoró los refunfuños que Memo hacía por lo bajo, sus ojos sólo se centraban en la bella dama que lo esperaba en aquella cama de hospital. Tiernamente la saludó con un afectivo beso en el cachete, que la joven pelirroja correspondió con una sonrisa mientras tomaba los regalos que él le acababa de entregar. Se giró para saludar a su mamá y a su hermana mayor, también al arquero, quien ni siquiera se levantó, le tendió su mano y de muy mala gana.
Uckermann, ignorando sus desprecios, regresó junto a Dulce, sentándose sobre su cama, preguntándole por su estado, poniéndola al tanto de los últimos chismes en el set, entregándole alguna de las cartas que sus fans habían depositado en los buzones de Televisa... Así se pasó la tarde, entre risas, con ella y su familia, mientras Memo los observaba distante desde aquella butaca de la que aún no se había levantado.
Todo cambió cuando Blanca recibió una llamada anunciando que su hermana Claudia había sufrido una caída en su casa y se encontraba en un hospital cercano:
- Mamá por Dios, yo ya estoy bien, vayan a ver cómo está mi hermana y me hablan; pedía Dulce María preocupada.
- ¿Pero cómo te vamos a dejar aquí sola, mi reina?; preguntaba su madre angustiada.
- Vayan si quieren, yo me puedo quedar aquí esta noche...; decía Christopher.
- No, para eso estoy yo; alzaba el futbolista su voz.
- ¿Tú no tienes entrenamiento en cuarenta y cinco minutos?; rebatía la pelirroja en un impulso.
- Sí, pero luego puedo regresar para quedarme contigo; informaba el arquero.
- ¿Pero cómo se va a quedar Dulce dos horas sola en este hospital?; se preguntaba su hermana Blanca atemorizada.
- Yo puedo quedarme, de verdad. Mañana no tengo llamado porque esta mensa no está, y yo no puedo besar a otra que no sea ella; comentaba Uckermann en tono burlón, despertando las carcajadas de casi todos los presentes.


Before the moon...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora