Capítulo 147

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Poco más de una hora después el cielo les había dado un respiro y habían podido terminar de rodar sus tomas en aquella barca que abandonaron unos minutos antes. La escena final dejó sorprendidos a propios y extraños.

Nunca lo habían hecho en un bote, las ganas no les faltaban...

- ¡Vamos chicos! Regresamos al DF, se nos hace tarde; anunciaba Pedro instándolos a subir a las camionetas.

- Esperen un momento. Tómenla como un perdón por todo este tiempo; los frenaba Poncho mientras les entregaba unas llaves.

- ¿Y esto?; preguntaba Dulce desconfiada.

- Son del bungalow. Tienen el permiso de Pedro para quedarse hasta mañana. Nadie los molestará, el recinto está reservado. Disfrútenlo a su antojo; se despedía Alfonso con un guiño de ojos. Al fondo, Annie los hacía reír con sus muecas de amor.

- ¿Neta esto es en serio?; preguntaba un emocionado Christopher cuando los autos ya se alejaban rumbo a la capital.

- Creo que sí...; reía nerviosa Dulce María.

- ¿Al bote?; preguntaba él tras una sonrisa sugerente.

- ¡Al bote!; aceptaba ella decidida.

Tal y como habían terminado aquella historia de ficción, darían comienzo a un nuevo episodio de su cuento, el real y verdadero, ese que aún estaban empezando a construir a pequeños pasos...

Él se recostó sobre las tablillas de aquella barca. Ella se dejó caer sobre él. Sus labios se fundieron de nuevo, sus lenguas se reconocieron otra vez, sus manos comenzaron a recorrer el cuerpo del otro... El sol descendía, la luna emprendía un tímido viaje hacia la eternidad.


Before the moon...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora