Capítulo 39

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El silencio reinó en aquella cocina hasta que tras varios segundos Christopher decidió hablar:

- No sé mamá, igual Annie tiene razón. A lo mejor somos demasiado buenos amigos. Y si ella no está segura de lo que siente, yo no quiero que se quede conmigo por lástima; suspira el muchacho haciéndose la víctima de aquella historia.

- Ay mi amor, las decepciones amorosas son duras, pero me gusta que las afrontes con tanta madurez; sonríe Alexandra orgullosa.

- Si tú lo dices... No me esperes para cenar, la voy a invitar para arreglar esto de una vez por todas; se despide el joven con un beso.

Ya en los estudios de Televisa...

- ¿Qué pasó chiquito?; saluda Dulce muy sonriente a un Uckermann aún adormilado.

- ¡Hombre, la desaparecida! Ni una llamadita me has hecho...; se burla el chico.

- ¡Lo mismo digo! Aunque estuve demasiado entretenida durmiendo; comenta ella chistosa.

- ¡Qué raro! Cualquier día te llevan al zoo porque te confunden con un koala; la chincha él.

- Ja, ja, ja. Qué chistosito desde por la mañana; sonríe la pelirroja.

- Yo he estado pensando... Hoy hablo con Annie; se sincera Chris.

- No entiendo...; lo mira Dulce extrañada.

- Sí, le voy a dar el espacio que me pide. Si ella no quiere estar conmigo yo no la voy a obligar. Hoy la invitaré a cenar para contarle...; dice el muchacho tras una triste sonrisa.

- Yo creo que es lo mejor, aunque puede que al no estar juntos os deis cuenta de que os echáis de menos y os necesitáis; lo intenta animar la chica.

- No Dul, no me des falsas esperanzas; la frena él.

- Bueno, ya, sabes que cuentas conmigo para lo que necesites; dice ella mientras lo abraza, abrazo que pronto deja de serlo, separándose al percibir que la puerta que tienen delante se abre, quedando frente a frente con las dos personas que menos desearían ver aquella mañana primaveral.

Before the moon...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora