Capítulo 110

1.2K 91 6
                                    

La noche transcurrió tranquila. Tras la cena, Dulce se quedó dormida plácidamente. A su lado, en aquella butaca que Memo había ocupado horas antes, Christopher descasó como buenamente pudo. Tres minutos antes de las ocho de la mañana, la pelirroja abre sus ojos, los cuales se posan en el muchacho que a su lado dormitaba. Con cuidado bajó de aquella cama de hospital, colocándose sus zapatillas, agachándose frente a él...

- Eres tan lindo...; susurraba ella acariciando su rostro.

- Tú más...; respondía el joven aún adormilado.

- Buenos días; sonreía la chica asustada, apartándose de su lado instantáneamente.

- Ven, me echarás de menos estos días...; pedía Uckermann mientras la acercaba a su pecho, saludándola con un tierno beso en sus labios.

- Buenos días señorita, aquí le traigo su desayuno; anunciaba una voz que ya abría la puerta de aquel cuarto. De nuevo, sería una enfermera la que los interrumpiese.

Apenas había terminado su café con tostadas cuando aquella puerta se vuelve a abrir de nuevo. En esta ocasión la visitaban su madre y su hermana, acompañadas de Sam, Fran e Iliana, sus amigas de siempre, quienes entusiasmadas la atosigaban con las últimas noticias sobre conocidos y desconocidos.

Ante tal rebumbio, Christopher se despide de ella con un tierno beso en el cachete, recordándole que la visitará en apenas tres días, a su regreso de América Central, dónde ofrecerían un par de conciertos en Costa Rica y Panamá.

Cuando el chico dice adiós a todas las presentes, Dulce María pasa a informar a sus amigas vivarachas, a su mamá y a su hermana mayor de las últimas noticias. Bueno, no todas, ni ella misma sabía qué era exactamente lo que ocurría con el joven que acababa de salir por aquella puerta, como para andar anunciándolo a los cuatro vientos.

- He tronado con Memo, ya no lo aguantaba más...; decía la pelirroja sin titubear.

- ¿Qué? Si estaban tan bien...; respondía su madre apenada.

- Ay no, ¡por fin! Era demasiado machote mexicano para ti, demasiado posesivo. Y sí, pues al principio era un lindo, pero últimamente...; comentaba Sam mientras Dulce hacía gestos pidiendo que cerrase su boca.


Before the moon...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora