Before the moon...

Capítulo 168

Cuando las muchachas abandonaron el departamento, Dulce corrió de nuevo al cuarto de Christopher. Dedicó el poco tiempo que le quedaba a escribir una y otra frase de amor detrás de aquellas fotografías que había impreso la noche anterior. Momentos únicos e inolvidables para los dos: delante y detrás de escena, con amigos y en soledad, dentro y fuera de casa, con ropa y sin ella...

Tras varios minutos tumbada sobre su cama, recordando los momentos vividos en los últimos meses, días y noches plasmados en aquellas letras, Dulce terminó de colgar todas y cada una de las fotografías en el cordón que caía desde cada globo sobre aquel colchón cubierto por un edredón blanco mate.

Tras una ducha rápida, la joven se decantó por un suéter color vino y una falda negra, acompañada de unas medias y unos botines del mismo color. Completó su outfit con un colgante que él mismo le había regalado semanas antes. A las once y media de la noche, cuando ya todo estaba más que listo, mandó un mensaje a sus compañeros para que trajeran al cumpleañero a su particular fiesta sorpresa.

Eran las doce en punto cuando Dulce siente cómo alguien abre ya la puerta del departamento...

- ¿Hola?; dice Christopher entrando lentamente a su casa.

- ¿Hola?; repite él mientras agarra la tarjeta que se encuentra en uno de los muebles de la entrada.

- «Recorre el mismo camino que un día recorrimos tras un partido perverso. Allí me encontrarás»; lee el muchacho mientras camina hacia su cuarto escondido tras una sonrisa.

Aquella sonrisa se transforma en estupefacción cuando ve lo que su compañera había preparado para él...

- ¿Y esto?; pregunta Uckermann sin moverse del umbral de aquella puerta.

- ¡Sorpresa!; anuncia Dulce María desde la cama.

- No me lo puedo creer...; dice el joven sin salir de su estupor.

- Es para ti; sonríe la muchacha entusiasmada.

- No me lo merezco; comentaba el muchacho aún sorprendido.

- Te mereces esto y más... ¡Pero muévete por Dios!; decía la pelirroja a carcajadas.