Before the moon...

Capítulo 157

Tras la conferencia con México desde aquel hotel de Tegucigalpa, Poncho se retira a su cuarto, al que invita a Dulce y a Christopher para tratar un tema que lo dejó verdaderamente descolocado:

- Chavos, ¿les puedo hacer una pregunta? Creo que estamos en confianza, que ya les he demostrado mi arrepentimiento...; decía el joven dando por iniciada aquella conversación.

- Sí...; decían los dos al unísono.

- ¿Por qué todos sabían lo que había ocurrido en el estacionamiento? ¿Siempre tengo que ser el tonto del grupo?; los cuestionaba Alfonso molesto.

- Poncho, no es así... Es difícil para nosotros hablar contigo de nuestra relación; suspiraba Dulce intentando explicarse.

- ¿Y piensas que para mí no es difícil verlos? ¿Piensan que no me dolió preparar aquel bungalow en Chapultepec? Quedamos en que mantendríamos una relación cordial, de compañeros, de amigos. ¿Ocultarme las cosas es parte del trato?; decía el chico visiblemente irritado.

- Tienes razón, hermano. Yo me desahogué con Chris, ella con May y Annie, y bueno, Pedro y Luis ya sabes que siempre se terminan enterando de todo y más. Discúlpanos, la verdad no tuvo que ser plato de buen gusto enterarte así mientras el resto se reían a sabiendas de lo que había ocurrido; comentaba Uckermann a modo de disculpa.

- Lo siento mucho, ardilla. Te contaremos lo que ha pasado...; hablaba Dulce.

[Una semana antes en los estudios de Televisa...]

Los seis rebeldes entraban al plató donde se grababa el programa "Hoy", en el que promocionarían sus nuevos singles y ofrecerían una pequeña entrevista, pero eso Poncho ya lo sabía. Al terminar, cuatro de los integrantes se subieron a las camionetas de la producción, mientras Christopher y Dulce quedaron conversando entre bambalinas con viejos conocidos. A él lo esperaba su chófer, ella tenía su auto en el estacionamiento.

Caminando hacia la salida, Uckermann se encuentra con un productor que lo frena para comentarle sus nuevos proyectos. Dulce se despide de él con un beso en la mejilla, dirigiéndose al parking en busca de su coche. Su enemistad con los ascensores es conocida por todos, por lo que decide descender por las escaleras rumbo a los pisos inferiores.

- Hola...; saluda alguien que venía subiendo aquellos escalones.