Before the moon...

Capítulo 49

Ya era tarde, en pocas horas retomaban las grabaciones y aún debían repasar el guión y descansar. El camarero ya había entregado la cuenta pero a Anahí le invadía la culpa...

- Bebé, ¿cómo se lo decimos a Dulce?; preguntaba ella inquieta.

- No le dirás nada; responde Christopher serio.

- ¿Cómo que no? Es nuestra amiga; dice Annie desconcertada.

- ¿Tienes alguna prueba? Dul está obnubilada con Poncho, no creerá nada de lo que le digamos. Si hasta su mamá y sus hermanas le pidieron que no volviera con él, y ya ves, ni siquiera lo hablaron. Creyó en él como una ciega, ni una mísera explicación, lo arreglaron como siempre, como conejos... Lo único que conseguiremos será que se enoje con nosotros, y así no ganamos nada; comenta el joven visiblemente molesto.

- Sí, visto así tienes razón... ¿La quieres mucho verdad?; sonríe la güera.

- Es mi amiga, sólo me preocupo por ella. ¿Tú también lo haces no?; replica el chico.

- Sí... ¿Y no puedes hablar con Poncho?; insiste Annie intentando saber la verdad.

- ¿Y qué le digo? Hola hermano, te he estado siguiendo, y quería que me resolvieras una duda. ¿Cada día te acuestas con una diferente mientras tienes a tu novia en casa?; pregunta Uckermann irónico.

- Tengo el cerebro colapsado. ¿Qué demonios hacemos?; lo cuestiona la muchacha preocupada.

- Déjame a mí. Yo me encargaré de saber más. Y ahora vayámonos que el lugar ya está por cerrar y mañana nos espera un largo día en el set; propone el joven, sintiendo que ya ha hablado demasiado.

- Sí, está bien. ¿Me puedes acercar a mi casa?; le pide Anahí.

- Sí claro; acepta el joven, montándose en el coche, despidiéndose de ella con un tierno beso en el cachete mientras emprende rumbo a casa de su mamá.

- Ay Dul, te estás equivocando tanto con tu decisión...; exhala el muchacho, encendiendo la radio en la que, una vez más, suena una de sus canciones: «Sé muy bien que soy un amigo más entre el montón, que sólo soy un fan de corazón, que no te para de soñar, cada día más. Pero sé también que entre la multitud alguna vez pudieras ver la luz sobre mi piel para reconocer el amor más fiel. Yo necesito de ti como el aire, nadie te puede querer tanto así. Un poco de tu amor para poder vivir, un poco de tu amor me puede hacer feliz...».