Prohibido [Editando]

Capítulo 37

Lola llegó del colegio y fue a la cocina donde tomó un poco de agua. Dejó su mochila en su silla para poder prepararse un sandwich de jamón y queso. Tenía que bañarse para la noche ya que tenía una cena especial. Sonrió al recordar cómo Stefano ese mismo día la trato en el colegio. No la había dejado sola pero no fue molesto ni ahogador como otras veces. Siempre la que habló fue ella y él la miraba sonriendo. Había olvidado su celular en su casa y él le prestó el suyo para hablaar con sus padres, le regaló el chocolate favotiro. Sin duda, ese chico era un amor de persona.

Al terminar el sandwich, agarró su mochila y subió las escaleras en silencio. Abrió la puerta de su habitación y vio a Hope con su celular en la mano leyendo algo. Se enojó mucho al verla. Si algo odiaba era que no respeten su privacidad.

-¿Qué haces con mi celular?

Hope la miró pero no dijo nada. Estaba revisando el celular de su prima y había encontrado la conversación de ella con Cameron. Había leído toda la conversación y realmente estaba molesta por eso. No podía creer todo lo que le dijo Cameron a ella. Lola, para Hope, era una chica completamente insulsa que no podía ganar a ningún hombre. Pero al parecer Cameron estaba loco por ella. Y Hope no tenía miedo de sacar de juego a su prima para conquistar a ese hombre.

-Te hable Hope, contesta.

Hope la miró nuevamente con la ceja elevada y se dio vuelta para seguir su camino a la cocina. Lola tomó aire y lo expulsor fuertemente. Solo un día y Hope ya esta saturando su paciencia, no podía ni pensar qué iba a pasar en pocos días más si todavía se quedaba. Entró a su habitación.

-Que se vaya lo antes posible.

Fue a su armario para elegir qué ponerse por la noche. Aunque no quiera iba a tener que ponerse un vestido. Tenía que ir presentable a la casa de los padres de Stefano. Supuestamente no sabían ellos pero seguramente sospechaban. Esperaba no hacer nada malo que pueda arruinar todo. Ahora realmente estaba dispuesta a querer a Stefano como algo más que un amigo. Nadie había sido dulce con ella hasta ese día. Y ahora no estaba dispuesta a perderlo, a no reconquistarlo.

Agarró un vestido rosa pálido y lo dejó en la cama. Le gustaba ese y no lo había usado muchas veces ya que ella no era del tipo de chicas que usaba vestido. Se arrodillo en el piso y buscó algunos de sus zapatos. Agarró unos blanco sin taco que le gustaban. Ya tenía la ropa ordenada para usar esa noche. Sus padres la habían dejado ir, ellos no iban a estar y no sabía si Hope les dijo que iba a cenar con Cameron. No le importaba en absoluto. Ella ya era mayor de edad.

(...)

Lola estaba en el living mirando la tele. Eran las ocho de la noche y Stefano llegaba a las nueve. Sus padres estaban cambiandose para irse a la cena. Mientras miraba la tele, Hope apareció y se sentó en el otro sillón lejos de ella. Devonne y Edgar aparecieron. Lola vio a su madre con un vestido negro al cuerpo que le quedaba muy lindo y el pelo para un costado y su padre tenía una traje negro que le quedaba bien. Una pareja hermosamente combinada.

-¿A qué hora viene Stefano? -preguntó Edgar a su hija.

-A las nueve o menos. -dijo Lola. -Me tendría que cambiar.

-¿Hope te vas a poder quedar sola o quieres venir con nosotros? -preguntó Devonne. -Tenemos tiempo.

-Me puedo quedar sola, tía. No pasa nada.

Lola se levantó del sillón y se fue a su habitación. Sus padres no sabían que ella se iba a ver con Cameron. Su lado que tenía maldad, le decía que le diga a sus padres lo que ella iba a hacer. Pero era tan buena que no podía decirle nada a sus padres. Se acercó a la silla y agarró el vestido y los zapatos. Se sacó la ropa y se puso el vestido que le quedaban por debajo de los muslos. Se puso los zapatos y fue al baño para peinarse. No sabía qué hacer con su pelo. Odiaba peinarse más allá de una cola o una trenza. Agarró algunas hebillas y atrapo algunos mechones de pelo para que no le molesten en la cara.