Prohibido [Editando]

Capítulo 51

Ese día había sido una completa mierda para Lola. Estaba cansada por haber llorado toda la noche por Cameron, en el colegio no prestó atención y ni se acordaba lo que tenía que hacer de tarea. Ella no era así y sus padres tampoco se daban cuenta de lo que pasaba lo cual agradeció. Cameron hacía que ella sea una mala alumna y que estuviera triste todo el tiempo. Nunca había imaginado estar así por alguien, no quería estar así por alguien que no la quería. O que no demostraba cariño.

Estaba en el living de su casa mientras su mamá y su papá estaban en el escritorio hablando sobre negocios. Quería volver hablar con Cameron. Pedirle que le de una oportunidad y que puedan estar juntos. Siempre recordaba la vez que hicieron el amor, la primera vez de ella, la manera en la que Cameron la cuido y la acaricio, la besó. Fue la mejor primera vez. No podía haber sido mejor para ella. No lo había dudado, Cameron era con el que quería perder su virginidad. Pero ahora él no la quería cerca.

Se cuidaba a él mismo sin importarle los sentimientos.

Devonne se acercó a su hija y le regalo una sonrisa que Lola no pudo devolver. No le gustaba sonreír cuando estaba triste, no le gustaba fingir. Tenía que sonreír para que sus padres no sospechen de nada. Fingir un poco de la felicidad que tenía antes de conocer a Cameron.

-¿Hija puedes ir a la casa de Cameron para pedirle el saco de papá que se olvido?

-Sí. -contestó.

El mundo parecía en su contra. Se levantó del sillón para luego salir de su casa, iba a ver a Cameron después de que él la haya bloqueado del celular y le haya pedido que no se acerque más a él. Trato que el camino sea el más largo posible pero no podía hacer nada para no llegar en menos de dos minutos. Tocó timbre y la puerta fue abierta por una chica que debía tener un año o dos años menos que Cameron. Lola trago saliva sintiendose inferior a la chica con la cabellera castaña y larga a quien reconoció como la ex de él; Ashley.

-¿Esta Cameron? -preguntó Lola.

-Sí, ya lo llamo.

-Gracias.

-Pasa y yo llamo a Cam.

Ashley entró a la casa junto con Lola quien trago todas sus lágrimas. Tenía que aguantar, soportar algunos minutos y volver a su casa para encerrarse en su habitación y llorar como ya era costumbre.

De las escaleras bajo un Cameron con un jeans y una remera blanca. Lola lo miró tratando de no soltar el fuerte llanto que estaba aguantando. Él era a quien quería pero no era correspondida.

-Hola. -dijo él.

-Hola. Mi mamá me dijo que hay un saco de mi papá acá, ¿podrías darmelo?

Cameron asintió y desapareció unos minutos hasta llegar con el saco de Edgar. Lola lo agarró con una mano y miró hacia un costado. Quería que Ashley se vaya y le deje a Cameron para ella solo. Sabía que eso no iba a pasar ni por casualidad.

-Cameron, ¿puedo hablar contigo? -miró a Ashley. -En privado.

-Ven a mi habitación.

Cameron empezó a caminar luego de que Ashley le haya dado una sonrisa. Lola ni la miró, odiaba la presencia de esa chica en la vida de Cameron pero no podía cambiar nada. Subieron las escaleras hasta llegar a la habitación de Cameron que Lola ya conocía. Le dio bronca pensar que en esa misma cama, Ashley también podía llegar a tener el cuerpo de Cameron para ella.

-¿Podrías ser rápida?

-¿Tan poco fui para ti? -preguntó ella.

-Lola no me hagas responder algo que no quiero.