Prohibido [Editando]

Capítulo 67

Lola no podía creer de la manera en la que le habló a su prima ni menos en la manera en la que la había agarrado. Ella nunca antes había sido así con ella pero los celos le habían ganado. Hope la miró con más enojo que antes. Sabía que estuvo mal pero su enojo y sus celos habían ganado y había tratado mal a su prima que siempre la odio sin ningún motivo aparente. Sabía que Hope era capaz de seducir a Cameron de nuevo y a eso le tenía miedo. No quería perder a Cameron después de haber pasado por tanto dolor y solo tener algunas semanas de amor y de luego caer en la cama para llorar. Hope se fue enojada y Lola suspiró. No quería ningún problema.

Entró a su habitación y se sentó en la cama. No quería bajar para nada. Caminó hasta la biblioteca y agarró la última parte de la saga de Oscuros. Oscuros, La Primera Maldición.

«Primero fue el silencio...

El espacio entre el Cielo y la Caída, en las profundidades de una distancia insondable, hubo un momento en el que el glorioso murmullo del Cielo ceso y dio paso a un silencio tan hondo que el alma de Daniel se esforzo por oír un sonido.

Luego sintió que se caía, sin que sus alas pudieran hacer nada para evitarlo, como si el Trono...»

Cerró el libro porque no podía meterse en la lectura como había pasado la primera vez que leyó la primera oración. Pero en aquel entonces no tenía nada en la cabeza como ese día. Caminó hasta la ventana de su habitación y no vio a Cameron como solía verlo algunas veces. Tenía que ir a hablar con Cameron para contarle lo que paso. Él era al único al que le podía decir lo que había sucedido.

Bajó a la cocina y vio a todos menos a Hope lo cual no le importó. No quería verla. Se acercó a su mamá para hablarle solo a ella.

-Creo que el día de Navidad dejé un alargador tuyo en la casa de Cameron. Voy a preguntarle si lo vio. -Lola tenía el alargador de su mamá. Devonne sabía todo lo que tenía y lo que no.

-Esta bien. Hope fue también a preguntarle algo. -sonrió Devonne.

Lola abrió la boca de la sorpresa. Esa maldita zorra tenía que meterse en su vida. Estaba cansada. Asintió y salió de su casa para ir a la de Cameron. Entró directamente y fue al living donde se encontró con Hope y Cameron demasiado cerca. Sus ojos se humedecieron al instante por ver aquella escena.

-Lola. -dijo Cameron apartando a Hope.

-Siempre lo mismo. -dijo Lola ofendida. -Al parecer te gusta meterte con él. Eres una puta sin vida, Hope. Estoy cansada de ti y de tus malditos juegos.

-No me importa.

-Ella se insinuo. Yo no hice nada. -aseguró Cameron.

-No le mientas.

-Él es MI hombre no te tenías que meter con él pero eres tan jodida que lo haces de todas maneras.

-TU hombre se dejó besar por mí.

-No mientas. -exclamó Cameron.

-Por mí hagan lo que quieran. -dijo Lola. -Tú eres una puta que no me sorprende nada de lo que haga. -se giro y vio a Cameron. -Tú eres un puto jodido que siempre la caga. Ahora, anda y follatela que es lo que quiere la puta.

Lola sin dejar que ninguno diga nada, salió de la casa de Cameron y fue directo a su casa y de su casa a su habitación. Sus padres la vieron pero no dijeron nada porque Lola se mostró normal. Se sentó en la silla del escritorio y empezó a escribir cosas que después no tendría sentido alguno. Estaba frustrada de que su para siempre cague en su vida. Apoyó las manos en el escritorio y agacho la cabeza y miró sus pies. Al lado de sus pies había un papel lo agarró y notó que era su letra.