Capítulo 97

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-¿Dormiste bien? -le preguntó Sabrina a su prima al verla sentarse en la silla para almorzar.

Lola había bajado al desayuno sólo para buscar si había llegado una carta para ella. Y sí, había llegado. Había tomado un café sin ninguna galleta como era habitual y se fue nuevamente a su habitación donde siempre estaba encerrada para no ver a nadie.

Sabrina se había quedado desde aquel día en la casa de su tío para acompañar a Lola en este momento que tanto estaba sufriendo Lola. Sabrina había estado junto a ella y la acompañaba a la clínica a hablar con el doctor de Cameron. No se despegaban en ningún momento incluso cuando Lola lloraba y quería estar sola, Sabrina se negaba y la abrazaba para que llore en sus brazos como si fueran madre e hija.

La rubia siempre trataba de estar de buen humor para que su prima este bien pero Lola no colaboraba. Siempre tenía ganas de llorar y lo entendía. A pesar de apoyar a Lola, sabía lo que había hecho su prima era algo realmente malo. Ella no lo hubiese hecho nunca pero sabía que Lola a veces actuaba bajo presión y hacía cosas que luego se arrepentía.

-Más o menos, mejor que ayer. -dijo Lola.

La joven se sentía realmente cansada de todo lo que había estado pasando. Había pasado mucho por ese mes y medio y no quería pasar por nada más. Quería que Cameron despierte y que puedan hablar para volver a estar juntos y tener un final feliz como tenía que pasar. En tres semanas iba a cumplir la mayoría de edad, esos dos malditos números iban a cambiar mucho en su vida. Cameron y ella iban a poder estar sin que nadie moleste o amenaza de su padre.

Había llorado por el día, por la tarde, por las noches, por las madrugadas y el dolor no desaparecía. Al contrario, crecía cada día más. Se sentía asquerosamente mal. Los primeros días habían sido los peores, no comía, sólo tomaba agua y lloraba en su habitación encerrada. Se sentía mal por no poder estar con Cameron, por ser una zorra que usó a los hermanos, que no le importó los sentimientos de Drake. Por amar a alguien que la amaba pero no le correspondía su amor en ese momento. Si sólo hubiese sido algunos meses adelante, tal vez todo hubiese sido diferente pero Cameron se mudó y empezó a enamorarla luego varios meses antes de que ella cumpla la mayoría de edad.

-¿Vas a ir hoy a la clínica?

-No, voy a ir mañana. Hoy tengo que hacer algo en la universidad.

-¿Qué cosa?

-Tengo que hablar con el director sobre algo.

-¿Sobre qué?

-Mis notas y mis ausencias.

-Okay, nerd.

Lola no dijo nada y empezó a revolver los fideos que su prima le había dejado en un plato delante de ella con el tenedor. Hacía días que no tenía apetito y que comía poco porque el estar alterada y nerviosa ante la espera de que Cameron despierte, no dejaba que coma.

-Tienes que comer.

-No tengo hambre.

-O comes o te obligo, tú decides. -dijo Sabrina enojada. -Estoy cansada de que no comas ni un poquito, Lola. Estas asquerosamente delgada, se te salen los ojos y tus pomulos se marcan más en su pequeña cara.

-No sé si la persona que amo va a salir viva de esto, ¿crees que tengo hambre?

-Podrías haber pensado.

-No vengas con eso como la otra idiota de Martina. -dijo Lola enojada y con lágrimas en los ojos. -Sé que tengo la culpa de lo que le pasó a Cameron y me voy a morir si a él le pasa algo. Pero no hay necesidad de recalcarme mi error siempre.

Prohibido [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora