Capítulo 81

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Lauren no podía creer lo que había pasado entre su hija y su marido. Y mucho menos lo que le había confesado a ella. ¿Cómo podía ser así con sus hijos? Lauren no quería ese futuro para sus hijos. Ella estaba con la persona que amaba. No se imagina sin Jeremy porque lo amaba más que a nadie y por eso no podía imaginar a sus hijos sienod infelices por no estar con quien querían estar. Le dolia en el alma no poder cuidar, cubrir a sus hijos de la obsesión de Jeremy.

Recordó a Lola y esa adolescente era increíble. Era hermosa y muy buena por las pocas horas que la había visto en su casa aquella navidad. Probablemente Lola también estaba sufriendo por Jeremy. Agarró su campera larga blanca de su armario y agarró las llaves de su casa y de su auto. Iba a ir a la casa de Lola.

Salió de la habitación y bajó las escaleras. Le aviso a las chicas de limpieza que no iba a estar por unas horas y se fue. Manejo por algunos minutos. Ella solo había ido una vez a la casa de Cameron y no fue más porque su hijo trabajaba mucho. A los minutos llegó a la casa de Lola. Vio un auto desconocido en la casa de Cameron. Pero no era momento de ir ahí. Tocó timbre de la casa y Lola quien estaba en el sillón abrió la puerta llevandose la sorpresa de que la mamá de Cameron estaba ahí.

-Hola. -dijo Lauren.

-¿Cómo le va?

-Bien. Quiero hablar contigo.

-Digame. -habló Lola sintiendo a su mamá detrás de ella.

-Perdón. -otras palabras no podían salir de su boca.

-¿Perdón? -preguntó Devonne confundida. Ni siquiera sabía quién era esa mujer.

-Es la mamá de Cameron. -contestó Lola. -Usted no me tiene que pedir disculpas. No tiene la culpa de nada.

-No lo sé, yo siento que sí es mi culpa. Que esto no hubiese pasado si Cameron y Jeremy...

La mujer dejó de hablar porque su llanto salió sin pedir permiso. Lola miro a su mamá quien la estaba mirando y luego miraron a Lauren. Devonne agarró el codo de la mamá de Cameron quien tenía la cara tapada con sus manos y la entró a su casa y la llevó al living para sentarla en el sillón. Devonne acariciaba la espalda de la mujer mientras Lola fue por agua a la cocina. La adolescente volvió y le dio el vaso a Lauren quien tomó un poco. Lola estaba arrodillada en el piso.

-Te conocí por algunas horas pero tus ojos no mienten, no tienen maldad, no son malos. Esos ojitos ahora muestran tristeza, están apagados. -dijo Lauren. -Y es la culpa de mi marido, ni siquiera la culpa de Cameron es. Te pido perdón por esto. Y a usted también. -miró a Devonne. -Sé lo que significa que tu hija llore y no puedes hacer nada. Mi hija esta sufriendo también.

-Su marido tiene que ir a un psiquiatra. No un psicólogo, un psiquiatra directo. -habló Devonne. -Entiendo que sea abogado y todo. Pero no al extremo de lastimar a sus hijos y a terceros que solo quieren amarse libremente. -Lauren asintió. Los ojos de Lola tenían lágrimas. -Si él tiene problemas, los chicos no tienen la culpa. Su corazón debe amar a sus hijos, tal vez no se da cuenta del dolor que les hace a ellos y a terceros. -Devonne estaba seria. -Pero se tiene que dar cuenta pronto de esto.

-Tiene razón en todo lo que dice. Lo sé. Esta traumado con su adolescencia. Conoció a una chica de la que se enamoro y era menor, él no y el padre de esa chica era abogado. Lo amenazo en aquel momento y él se tuvo que alejar de la persona que amaba.

-Lo mismo le pasa a Cameron. - susurró Lola. -Él se fue, nadie sabe en qué país esta. Tal vez sigue acá pero en otra ciudad. Nadie lo sabe a excepción de Martina.

-Esta en Londres. -dijo Lauren. -Ella me lo dijo.

-Eso ya no importa. -dijo Devonne. -Sus hijos está sufriendo por él e incluso mi hija. No me gusta para nada esto porque Lola es mi hija.

Prohibido [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora