Martina abrió los ojos y estiró su cuerpo. Su pelo largo y oscuro estaba atado pero despeinado. Agarró su celular, el brillo de la luz de la pantalla le hizo mal pero contestó los mensajes que tenía. Salió de la cama, guardó su celular en el bolsillo de su shorts. Fue al baño donde se lavó los dientes y peino su pelo hasta atarlo en una cola de caballo desarmada. Bajó a la cocina para desayunar. La señora que trabajaba ahí ya tenía su desayuno preparado. Ella se sentó en un taburete y empezó a desayunar mientras miraba Instagram.
Ella era la más chica de los Windaham y por eso la más caprichosa -según Cameron y Drake-. Era la nena consentida de sus padres aunque ellos mismos se quejaban de lo que era su hija con el celular. Siempre estaba con su aparato tecnológico y prestaba poca atención a lo que le decían sus padres. Vivía en su mundo de internet y moda.
Drake salió de su habitación después de haberse dado una ducha. Entró a la cocina donde su hermana estaba desayunando. La saludó pero ella no le dio mucha importancia haciendo que Drake se enoje un poco. Pero no dijo nada.
El chico agarró una taza y tiró un poco de café. Agarró las galletas de su padre y las puso en la mesa. Se sentó en el taburete al lado de su hermana y empezó a desayunar junto a ella.
-¿Vamos a lo de Cameron? -preguntó Martina.
-¿A qué?
-A visitarlo. Duuh.
-No sé.
Drake aunque no le dijo a nadie estaba enojado con su hermano. Drake creía que Cameron le había dicho a Lola que no salga con él. No estaba seguro pero creía que era así aunque Lola le había dicho que estaba con alguien más. Al escuchar que Lola le dijo así, sintió algo que nunca había sentido. Era real cuando decía que le gustaba Lola y odiaba que su hermano no le crea y que piense que era solo calentura. Solo una vez se sintió así y aunque resultó mal aquella vez, quería seguir sintiendo eso raro.
Martina siguió mirando su celular mientras Drake seguía desayunando. La joven se levantó del taburete y se fue a su habitación para cambiarse. Eran las doce y media del mediodía y quería ir a almorzar con su hermano. Ese sábado iba a salir así que iba a volver temprano. Se baño rápido y se cambió. Se puso un jeans roto con una remera blanca larga y arriba otra remera suelta oscura. En los pies se puso unos zapatos bajos negros. Siempre le gustó vestirse bien.
Agarró las llaves de la casa y de su auto y bajó a la cocina donde Drake ya no estaba. Sus padres se habían ido al campo y ella no había ido porque no había internet. Agarró una botella chiquita de la heladera y empezó a caminar para el garaje. Cuando subió a su auto, vio a su hermano Drake.
-¡Voy contigo! -le girtó. -¡Espera!
-Dale nene que no te dije recién de ir a lo de Cameron.
Martina suspiró enojada y mientras que esperaba a su hermano sacó el auto. A los minutos llegó Drake con una camisa a cuadros y un jeans. Las mismas zapatillas de siempre que Martina odiaba las tenía puestas. Drake se subió al auto y Martina empezó a manejar con direccion a la casa de su hermano mayor. Drake prendió el reproductor de música y puso Play a la canción que estaba que era Where Are Ü Now? de Justin Bieber. Drake empezó a tararear la canción.
En esos días tuvo ganas de mandarle un mensaje a Lola pero se aguantó. No quería que ella tenga problemas con el chico con el que estaba. Se sentía un idiota por eso pero no podía hacer nada al respecto. Tampoco podía hacer nada cuando Lola aparecía en su cabeza en el día, en la noche o en cualquier hora. Aparecía y se iba horas después. Parecía un pendejo sin cerebro y eso lo molestaba demasiado.
Llegaron a la casa de Cameron luego de unos minutos. Ambos hermanos bajaron y Drake por impulso miró a la cas de Lola pero no vio a nadie. Martina tocó el timbre de la casa de su hermano quien abrió luego de algunos minutos.