¿Qué mierda acabas de decir?
Cameron y Lola se quedaron mirando el uno al otro. No dijeron nada, sus ojos demostraban dolor. Lola limpiaba sus lágrimas sin poder creer lo que estaba pasando. Estaba odiando a Cameron y a Hope como nunca antes odio en su corta vida. No quería odiarlo pero todo se daba así. Eran tantos sentimientos encontrados. No tendría que estar llorando por él. Tendría que estar enojada con ambos por usar su cama cuando ella tiene la de ella. Tenía que pensar en Stefano diciendole lo importante que era para él. Pero no podía, solo había odio.
-Al parecer Hope por tener unos meses más que yo tiene suerte. -dijo ella tratando de parar su llanto. -Solo porque ella ya no es menor, puedes acostarte con ella. ¿Sabes que ella el mes que viene te olvida? ¿Sabes que cuando ella el mes que viene te olvide yo voy a seguir llorando por esto? Sabes mucho de leyes pero no sobre sentimientos.
-No sabía que era tu habitación.
-¿Hope lee libros? ¿Hope tiene fotos de mis padres? Es verdad cuando un hombre piensa con el pene cuando tiene a una zorra regalandose.
-No pensé en eso. Perdoname. No quiero a otra chica. Pero sabes lo que pasa.
-Tú también sabes lo que pasa y no te importa.
-Me odio por momentos porque sé que te estoy haciendo mal pero no puedo controlarme y hago las peores cagadas que puede hacer un hombre. Nunca en mi vida iba a hacer sufrir a una mujer, rompí eso con Ashley. Y ahora contigo. No me gusta que esto te pase.
-Alejate de mí y listo.
-No puedo aunque quiera. Se me hace complicado.
-Eres una mierda. Me lastimas, ¿lo sabes?
-No quiero hacer eso, Lola. -él tuvo el impulso de agarrar sus manos pero supo que era mejor no hacerlo. -Es lo último que quiero.
-Si no quieres nada conmigo y solo vas a jugar para lastimarme, dejame en paz.
-No quiero lastimarte. -él agarró sus manos. -No quiero eso, hermosa. Solo quiero poder estar cont... Mierda, Lola. Hasta decirlo me hace mal. Piensa en mi situación.
-¿Y tú no piensas en la mía? -preguntó Lola soltandose bruscamente. -Esto es una mierda para mí, Cameron. Nunca antes me sentí así en mi vida y no quiero esto. Yo no quiero sufrir por un idiota como tú. Por Dios, por favor, alejate de mí. No me hables.
-No puedo.
Lola suspiró con la mayor de sus tristezas. Estaba mal. No lo podía negar más. Cameron le estaba haciendo mal completamente mal. Nunca estuvo así por nadie en su vida. Y ahora llega Cameron a derrumbar el muro que tenía en su corazón.
-Es mejor que sigamos como antes. -susurró Lola. -Es mejor que tú y yo, seamos solo vecinos y que todo quede así porque realmente no sé cómo seguir después de esto. Ya esta, volviste a tener sexo con mi prima sin importarte nada de lo que pasa por tu cabeza. Definitivamente aunque yo ya no sea menor de edad, tú vas a ser un cobarde que no va a olvidar esto.
-Lola...
-No. Tú tuviste sexo con Hope una vez, esta bien. Dos veces, no quiero pensar más en ti. -sus ojos se llenaron de lágrimas. -Sabrina tiene razón, me haces mal. Sabes que me gustas. -admitió por primera vez ante él. -Pero agradezco no haberme enamorado de ti y sufrir realmente. Me gustas, sí. Pero solo eso. No me enamore porque imagine que me iba a doler y por eso cuide mi corazón. Si creíste que me enamore de ti, estas confundido.
-No pienso lo que hago. -dijo Cameron.
-Lo note. ¿Te diste cuenta que Hope lo hizo todo a próposito?