Hope salió de la habitación y se fue al comedor del hotel. Miró a los costados sin buscar a nadie, encontrando a Cameron comiendo solo. No había bajado a cenar con los demás porque supuestamente se sentía mal lo cual era mentira y luego se dio cuenta que Cameron tampoco había bajado a comer con los demás. Ese hombre era muy guapo, le gustaba cómo era de serio y calmado con ese toque sexy que tenía. Se acercó a Cameron sin ninguna vergüenza.
-Hola. ¿Puedo sentarme? -preguntó Hope fingiendo timidez.
-Por supuesto.
Hope se sentó y se acomodó la remera, casi mostrando sus pechos. Cameron masticaba sus fideos. Ya eran las once de la noche y tenía sueño y hambre. Quería terminar de comer para irse a dormir luego de un día tan largo como ese que era mejor no pensar en él.
Es lo mejor no pensar en tu hermano, ¿no?
-¿Hace mucho vives al lado de mi tío?
-Un mes o un poco más. No recuerdo bien las fechas.
-Me iría a vivir con mi tío.
-¿Sí? ¿Por qué? -preguntó Cameron sin pensar en nada concreto.
-Para tener un vecino tan lindo como tú. -Hope elevó una ceja. -Y sexy también.
-Exageras.
-Juro que no. -respondió Hope con una sonrisa.
-Bueno.
Mierda, alejate de esa chica.
Cameron miró a Hope y no pudo ver nada de Lola en ella. Eran diferentes aunque no sabía cuál era mejor. Una inocente menor de edad o una atrevida mayor de edad. Hope rió mirando al hombre y agarró una copa de la otra mesa y tomó agua de la jarra que tenía Cameron frente a él.
Estaba dispuesta a irse de lugar con el abogado pero tenía que ser cuidadosa. No podía tirarse arriba de él como una desesperada; querdaría mal y él no querría nada. Tendría que ir con cuidado y un gran tacto.
-¿Ya cenaste? -preguntó Cameron.
-Sí, en la habitación porque me sentía un poco mal. Gracias.
-¿Estás mejor? -preguntó Cameron por respeto.
-Mucho mejor. -sonrió Hope. -Gracias, nuevamente.
-Por nada. ¿Vas a la universidad?
-No, el año que viene empiezo. Este año fue más para alejarme de los libros un poco. -contestó Hope.
-¿Y qué vas a estudiar?
-Contabilidad. Espero que no te sorprenda que sepa más sobre número que de otras cosas.
-No, para nada. -dijo Cameron. -Está muy bien eso.
Una números, la otra libros. Polos opuesto no, lo siguiente.
Cameron vio a Hope y no pudo encontrar nada similar con Lola. Hope parecía del tipo de chicas que era atrevida, fuerte, mandada, todo lo contrario a Lola.
Lola solo era inocente, tímida y súper dulce sin decir otras cualidades que tenía que eran las que le llamaban la atención a Cameron como la madurez de ella. Hope también parecía madura y por eso sabía que podía tener una charla interesante con ella.
-¿Tú a qué te dedicas?
-Soy abogado.
-Cierto. Algo escuche de mi tío. ¿Eres el abogado de Lorenzo o algo así?
-Soy el abogado de él. Ayude a él y a tus tíos a firmar el contrato de sus empresas. -contó Cameron y luego tomó un poco de agua.
-Qué bien.