Capítulo 54

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 Drake terminó de bañarse y se dejó la toalla alrededor de su cadera y fue a su armario donde eligió ropa para ponerse. Agarró un jeans claro, roto y una remera blanca debajo de una campera negra. Se dejo el pelo un poco alborotado y salió de su habitación y fue a la de su hermana quien estaba acostada con su celular en la mano conectado a los auriculares.

Martina vio a su hermano entrar y se sacó los auriculares de los oídos. Se sentó en su cama junto con Drake.

-¿Qué quieres?

-Necesito algo.

Martina revoleo los ojos. Sabía que si Drake entraba a su habitación era para pedir algo y no estaba confundida en absoluto. Drake sonrió y golpeó la pierna de su hermana de manera juguetona.

-Necesito que si papá me pregunta sobre mí, inventes algo.

-¿Desde cuándo?

-Desde que le dije que me gusta una chica que es menor de edad. -contestó Drake.

-Tienes las pelotas grandes.

-Gracias. ¿Lo puedes hacer?

-Obvio. -sonrió Martina. -Ahora vete.

Drake asintió y salió de la habitación de su hermana y fue a la suya de donde agarró las llaves de la casa y del auto y el celular. Salió de su casa, subió a su auto y arranco con dirección a la casa casa de Lola.

Estaba nervioso, ¿era normal? Siempre que la iba a ver, estaba nervioso. Odiaba sentir nervios por una chica. La última vez que le paso, había sido hace tiempo y no era de una manera como con Lola.

Llegó a la casa de la joven y bajo del auto. No pudo evitar ver a la casa de su hermano. Sabía que estaba mal lo que hacía aunque no le importaba. Lo que no le gustaba era estar peleado con su hermano. Había discutido mucho con Cameron el día de la graduación por la misma razón de siempre.

Estaba enojado pero a la vez cansado de pelear con su hermano siempre por el mismo motivo. Al parecer Cameron nunca iba a entender que a Drake le gustaba Lola de verdad. Tocó el timbre de la casa y Lola atendió la puerta. Ella tenía un pantalón de jeans con una remera fucsia.

-Hola. -dijo Drake.

-Hola. Voy a agarrar algunas cosas, le digo a mis papás que me voy y vamos.

-Salúdalos por mí.

Lola asintió y se fue para adentro, fue directo a su habitación, agarró su celular y las llaves de la casa. Fue al living donde estaban sus padres y Edgar le dio cien dolares.

-Vamos a la casa de la tía, ¿vienes temprano y te esperamos o no vas? -preguntó Devonne.

-No voy. -contestó Lola rápido. -Igual voy a volver temprano tal vez.

-Okay. Genial.

-Drake les manda saludos.

-Hubiese entrado. -dijo el hombre sonriendo.

-No le dije nada. -habló Lola. -Igual no importa. Me voy.

Los padres asintieron y Lola salió de su casa. Drake estaba al lado del auto y le abrió la puerta del acompañante a Lola quien le regalo una sonrisa. Drake rodeo el auto y no tardo en subir y arrancar el auto.

Prohibido [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora