Por la noche no habían hablado. Lola no quería verlo. Cameron le había mandado algunos mensajes pero ella los ignoraba después de leerlos. No quería ser la idiota de nuevo y dejar que Cameron juegue con ella como si fuera su muñeca. Había llegado a un punto donde no iba a soportar que la pasen por arriba. Ya se había cansado por más que Cameron y ella estén juntos y no haya nadie entre ellos.
Aunque había llegado Hope y arruino la paz que había en esa relación. Aunque sabía que tenía que confiar en Cameron. Y su corazón y su cabeza le decía que Hope había mentido y que tenía que confiar en Cameron. Tenía ganas de hablar con él pero su orgullo -aquel nuevo orgullo que adquirió- no la dejaba ir y hablar con él para saber cómo realmente pasaron los hechos.
Esa noche había hablado con Stefano hasta las tres de la mañana por mensajes de WhatsApp. Él le había mandado y habían estado hablando de todo lo que habían vivido en las últimas dos semana que se dejaron de ver. En algunos mensajes, él le decía cosas como «hermosa» «bonita» y «me gustaría hablar contigo un día». Y «ese día» fue al otro día. Lola se había tomado un taxi para ir a la casa de Stefano quien estaba solo porque Irina y Lorenzo de habían ido de vacaciones.
-¿Quieres algo para tomar?
-Agua esta bien.
Stefano se levantó del sillón y fue a la cocina de donde agarró agua de la heladera y sirvió en un vaso para llevarle a Lola. Se sentó junto a la joven quien le dio una sonrisa de agradecimiento.
-¿Te aceptaron en la universidad? -le preguntó Lola.
-Todavía no mandaron ninguna carta de nada. -respondió Stefano. -¿A ti?
-No. Ni siquiera sé cuándo mandan las cartas de rechazo o aceptación.
-¿Estas nerviosa?
-Mucho. Me encantaría entrar porque es una buena universidad.
-Sabes mucho, eres demasiado inteligente así que seguro que lo hiciste bien y que te van a aceptar.
-Espero. -sonrió Lola. -Cambie de carrera, no sé si sabias.
-¿Por cuál? No sabía nada.
-Por literatura mundial. Los números no son lo mío tanto como los libros. -respondió ella. -Me gusta matemáticas pero los libros es lo mío. Donde me destaco más.
-Vas a entrar.
-Espero.
Stefano asintió con una sonrisa que llegaba a sus ojos.
-¿Tu novia?
-No sé.
-¿Es tu novia y no sabes dónde esta? -preguntó Lola riendo.
-¿Y tu novio? -preguntó él de mala manera.
-Él no es mi novio. -contestó Lola.
-¿Y tan importante es para que mientas?
-Sí. -ella asintió con la cabeza. -Lo es aunque suele ser un idiota.
-Si tan solo fueras mi novia...
-Stefano yo sé que te lastime cuando te deje pero no quería ser egoísta contigo.
-Y lo entiendo. Pero no puedo olvidarte.
Lola abrió los ojos y la boca de la sorpresa que se llevó al escuchar a Stefano decirle aquellas palabras. No podía creer que él a pesar de todo lo que habían pasado y de la razón por la cual ella lo dejó, él todavía la quería y no había podido olvidarse de ella. Lola lo quería mucho y quería que él este bien. Pero lo quería como a un amigo y realmente quería a Cameron cuando ellos estuvieron juntos.