Prohibido [Editando]

Capítulo 94

Los días pasaron, ya era cuatro de julio y Cameron todavía no despertaba. Las semanas fueron pasando tan lentas para Lola y para toda la familia Windaham. Aunque para la familia fue por partida doble ya que Drake no apareció hasta el dos de julio. El joven estaba lejos, había ido al campo de su abuelo donde se quedó todo ese tiempo. El señor le había contado que Cameron se había accidentado pero Drake no dijo ni hizo nada como para demostrar que le importo. Le importaba, Cameron era su hermano pero en ese momento le importó poco ya que todavía estaba enojado. No quería que le pase nada, en la noche había llorado y rezado -aunque no creía en Dios- para que todo salga bien.

El día que volvió toda la familia estaba más tranquila a pesar de que tenía un hijo en coma. Martina y Drake ni se hablaron, el joven no quería hablar con su hermana ya que estuvo del lado de Cameron en aquella pelea. Tampoco había ido al hospital en esos dos días que había aparecido, ni dio indicios de querer ir así que nadie le dijo nada. Lauren y Jeremy no habían hablado con él porque Drake les dijo que por el momento no quería hablar.

Sabrina había ido a la casa de sus tíos cuando Devonne le contó lo que había pasado. La joven rubia no había dudado en ir a la casa de los Woodley para ver cómo estaba Lola. Sabía que iba a estar mal por lo que estaba pasando. Sabrina ya sabía que sus tíos sabían la verdad. Ella le había contado lo que sucedió cuando ellas salieron a bailar, ahí supieron Edgar y Devonne que la historia venía desde hace un largo tiempo.

Sabrina animo a Lola a ir al hospital. La joven no quería ir porque sabía que se iba a encontrar con Martina y la joven iba a provocar alguna pelea o le iba a decir algo. Y no se había equivocado, cuando llegaron y Sabrina iba a entrar a la habitación, Martina se puso en el medio. Sabrina y Martina empezaron una pelea que a Lola le molestaba.

-Mira enana mal teñida, por culpa de la zorra de tu prima mi hermano esta en grave riesgo de perder la vida así que se van de acá a menos que quieran conocerme realmente enojada. -dijo Martina.

-Tú estas llena de extensiones querida zorra, deja pasar a Lola. Y si me vuelves a decir enana, te mato.

-Este pelo es mío. Esto es ridículo nena. Vayanse las dos de acá. Ahora.

-Martina sé que quieres lo peor para mí, que me odias y te entiendo porque estaría del mismo modo que tú, te lo aseguro. -empezó a hablar Lola. -No podría ni imaginar si le pasará esto a Sabrina, no tengo hermanos pero Sabrina es como una hermana; estaría tan enojada como tú y lo entiendo. Pero necesito ver a Cameron.

-Esta en coma, por tu culpa, imagina que esta acostado con los ojos cerrados y con agujas por todo el cuerpo. -dijo Martina. -Ahí vas a poder verlo.

-No le tomes el pelo.

-¿Cómo ella le tomó el pelo a mis hermanos? -preguntó Martina.

-Las tres somos jóvenes, nos equivocamos. -dijo Sabrina. -Ella también se confundió.

-Yo no estaría con el hermano del chico que digo que amo, ¿tú lo harías? -preguntó Martina y Sabrina no contestó. -Piensas igual que yo, ahora responde, ¿dejaría que pase a verlo?

-Martina, por favor. Sólo son cinco minutos. -dijo Lola con un nudo en la garganta. -Dejame cinco minutos y me voy.

Martina vio a Lola quien tenía sus ojos llenos de lágrimas. La pequeña Windaham entendía todo lo que Lola había sufrido por no poder estar con Cameron como ella no podía estar con Trevor. Aunque la odiaba y no quería que le haga nada a su hermano, tenía que entender que Cameron la amaba y que aunque haya sido una idiota, ella lo amaba también.

Martina se corrió de la puerta y Lola sonrió en agradecimiento. La joven suspiró y abrió la puerta de la habitación en donde estaba Cameron. Lola vio a Cameron y lo vio con golpes superficiales, tenía moretones. Tenía varias agujas en sus brazos, parte de su hermoso rostro tenía cicatrices y lastimaduras. La más grande que pudo ver era la de la frente que tenía una línea que se estaba curando. La ceja derecha tenía una venda cubriendo una lastimadura, parte de su ojo derecho estaba morado. Sus brazos también tenían moretones.