Lola dejó caer su celular. No podía creer lo que le dijeron. Sus ojos se llenaron de lágrimas, y se desespero. Agarró su celular y su bolso que tenía plata. Tenía miedo de que Cameron estuviera realmente mal. Cortó la llamada. Sabía que no le iban a decir nada más si preguntaba. Tenía que ir al hospital urgente, el amor de su vida había tenido un accidente.
-Mamá, mamá. -gritó Lola mientras corría. Devonne se levantó de la silla y vio a su hija. -Llevame al hospital, Cameron tuvo un accidente mamá, por favor llevame.
Edgar miraba a su hija sin entender lo que decía ni mucho menos la desesperación que tenía, ni las lágrimas que sus ojos soltaban por Cameron. Devonne agarró las llaves de la casa y del auto y salió corriendo con Lola y Edgar detrás de ellos. Devonne se dio vuelta y miró a su marido.
-No es hora de preguntas, es mejor el silencio. Cuando esto este mejor, te voy a contar todo.
Edgar asintió y ambos subieron al auto donde Lola ya estaba sentada en el asiento de atrás. Devonne arrancó el auto y le preguntó a su hija en qué hospital estaba y fueron. Lola estaba llorando y Edgar no entendía nada, Devonne estaba nerviosa y quería llegar rápido. Por más que haya hecho un sufrimiento la vida de su hija, no merecía lo que le pasó. Lola agarró su celular y vio el mensaje. Era de Cameron;
«Resultaste ser la peor persona que alguna vez conocí en mi vida... Aunque también la mejor. Me hiciste mierda, ¿cuál era la necesidad de estar con mi hermano? Drake era mi mejor amigo y ahora resulta que estuvo con la persona que amo. Me decepcione de ti. Me hiciste mierda»
No había duda de aquel mensaje. Cameron se había enterado de todo. Supo lo de Drake, ¿cómo? Su cabeza no estaba en momento de ponerse a pensar en eso. Se sintió culpable de lo que le había pasado a Cameron, estaba más que segura que había sido su culpa el que él haya chocado con su auto. ¿Si estaba muerto? No quiso pensar en esa opción aunque estaba llena de miedo.
Devonne llegó al hospital Lomperch y Lola bajó del auto sin estacionar. Corrió adentro del hospital y fue a administración donde había tres secretarias atendiendo. No le importó y se metio entre la conversación de una mujer grande y la secretaria.
-¿Dónde esta Cameron Windaham? Me llamaron hace un rato diciendo que se accidento. Soy su novia. -dijo Lola con lágrimas en los ojos.
-Piso 2, habitación 180.
Lola corrió al ascensor. Sus padres entraron con ella, Devonne abrazo a su hija quien se dejó abrazar. El ascensor paro y los tres salieron de ahí. Lola vio a los padres de Cameron y a Martina quien fue la primera en verla.
-Hola. -dijo Lola. -¿Saben algo?
-No. -respondió Jeremy enojado. -No quiero que estés acá, ya provocaste muchos conflictos.
Lola negó con la cabeza y se fue un poco lejos de la familia Windaham. Lola se sentó en la silla para esperar. Sus manos temblaban del miedo que tenía por Cameron. No quería que le pase nada, si algo le pasaba iba a ser su culpa y no se lo iba a perdonar nunca más en su vida. Se levantó para ir al baño y les pidió a sus padres que se queden por las dudas.
Caminó al baño y se apoyó en el lava manos y miró el reflejo del espejo. Veía a una adolescente que se suponía que tenía que estar bien pero estaba lejos de estarlo. Los ojos estaban rojos e hinchados por las lágrimas. Esa adolescente que veía en el espejo era la culpable de un accidente.
-Vete ahora mismo. -le dijo Martina entrando al baño.
-Quiero saber cómo esta Cameron. Sé que me odias per...
-Quiero que te mueras. -la interrumpió Martina enojada y con lágrimas en los ojos. -Quiero que la que este accidentada seas tú y no mi hermano. Tú mereces morirte por puta, porque no eres nada más que una puta que arruino mi vida. -Martina agarró a Lola del brazo y la golpeó contra la pared. -Tengo un hermano que no sé en qué parte de la ciudad esta y el otro esta accidentado y no sé si va a sobrevivir y todo por tu calentura de nena que parece tierna pero es puta. Puta, eso eres.