Prohibido [Editando]

Capítulo 20

El lunes casi al mediodía, Lola se encontraba aburrida en la clase de política sentada en el fondo como siempre, mientras escribía en su hoja lo que el profesor Santilli escribió en el pizarrón sobre los presidentes de Estados Unidos. No era el tema que más le gustaba pero era la tarea del colegio.

-Escuchen alumnos. -dijo el hombre de cuarenta años. -Van a tener que hacer un trabajo práctico sobre los presidentes que tuvo Estados Unidos...

-¿Cómo hay que hacerlo? -preguntó un chico.

-Si me dejar terminar de hablar, lo sabrías. -dijo el hombre haciendo reír  algunos de los alumnos. -Cada uno tiene que buscar la opinión de un vecino o de un familiar suyo sobre dos presidentes de todos los que tuvo Estados Unidos. -respondió el profesor. -Quiero la opinión de alguien, no importa qué diga o a quién apoya. Y puede ser de cualquier presidente.

-Okay. -dijo el chico enojado.

-Bueno. Como ya es la hora  pueden irse a sus casas. Y por favor no olviden el trabajo.

Los alumnos guardaron sus útiles escolares y salieron del aula. Lola cargó su mochila en su hombro y se fue a su casa. Mientras iba caminando por la vereda se preguntaba quién podía ayudarla. Cuando llegó a su casa se sentó en el sillón y prendió la tele para ver La ladrona de Libros. Cuando la película terminó fue en busca de su netbook para buscar a los dos presidentes de Estados Unidos para su trabajo práctico. Terminó eligiendo a George Bush y Barack Obama.

Ahora solo le faltaba un vecino que la ayude. Pero ¿quién? No se hablaba con ningún vecino y no se animaba a ir a la casa de alguien ya que le daba vergüenza. Su cabeza recurrio a Cameron porque él era abogado y sabía de política. Desde el sábado no se hablaban pero no iba a buscar ayuda a la señora Lopez que no era muy inteligente. Cameron había estado en su casa el domingo pero ella no había bajado de su habitación hasta que él se fue de su casa. Ahora tenía que ser valiente e ir a pedir ayuda. Salió de su casa y se encaminó hacia la de su vecino Cameron que la atendió a los pocos segundos después de haber tocado el timbre.

-Hola.

-Hola Lola. ¿Qué pasa? -preguntó él.

-Em, quería pedirte ayuda.

-¿Cuál? -Cameron la miro con atención.

-Tengo que hacer un trabajo práctico sobre política y necesito que des tu opinión sobre dos presidentes que elegí.

-Sí. -accedió él. -Pero yo no tengo muy buenas opiniones de los presidentes. -dijo Cameron riendo.

-No importa. El profesor dijo que pidamos y ecribieramos la opinión de un vecino.

-Bueno. Dime de quién tengo que opinar.

-Voy a mi casa a buscar algo para anotar y vuelvo. -dijo Lola.

La joven se fue a su casa, preparó su mochila, rápidamente imprimio una foto de cada presidente que eligió. Agarró el papel, salió de su casa después de dejarle una nota a sus papas donde decía que iba a lo de Cameron para un trabajo práctico de política y volvió a la casa de Cameron quien la hizo pasar.

-Estos son los presidente que elegí. -Lola le dio las fotocopias.

-George Bush y Barack Obama, buenas elecciones. -contestó él devolviendole las fotocopias.

-Gracias. -se sonrojo ella. -¿Nos podemos sentar?

Cameron llevó a Lola al comedor y se sentaron en una silla. Ella sacó su carpeta y de ahí algunas hojas. También de la mochila sacó su cartuchera gris, le dió las hojas y lapicera azul a Cameron. Hacia cuatro días que no se veían. Pero nada era raro. O trataban que no sea raro. Aunque ambos sentían algo dentro que no los dejaba actuar normal.