Capítulo 39

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Ya habían pasado una semana de todo lo vivido con Hope y Cameron, Lola seguía su vida. Con dolor pero la seguía. Nunca iba a parar por un hombre. Estaba tranquila aunque tres noches estuvo llorando hasta quedarse dormida por pensar que en esa misma cama, su prima y el hombre que le gustaba estaban teniendo sexo. No podía soportar eso. Quería dormir en el piso con tal de no tocar esa cama. Stefano y ella estaban juntos y muy bien. Realmente él era un chico muy bueno que merecía más que el cielo. Lola ponía toda la energía en esa relación. Los padres de ambos ya sabían lo que pasaba entre ellos y estaban súper felices. Para todos eran una pareja muy linda.

El día que dijeron que estaban conociendose, Cameron estaba ahí. Había sido en la casa de Lorenzo, había sido un imprevisto. Cameron estaba ahí porque Lorenzo tenía que firmar unos papeles. Los jóvenes dijeron la noticia y a los minutos apareció Cameron y Lorenzo no aguanto y le dijo todo. Cameron miró a Lola como si estuviese decepcionado. No dijo nada, solo los felicitó. Estaba enojado, no lo podía negar. Pero Lola ni lo miró, solo lo miró para agradecerle. Ahora el abogado tenía que darse cuenta que Lola ya no estaba disponible para que él juegue cuando quiera.

Drake la había ido a buscar a Lola al colegio pero ella le había dicho que no iban a salir. Le hizo saber que ella no quería nada con él y que estaba en una relación con alguien. Drake asintió a todo lo que le dijo sin decir nada. Entendía a la chica. Y aunque no quería darse por vencido, se fue.

El colegio iba bien, en dos semanas terminaba y Lola iba a ser la joven que salía con honores por tener las mejores notas del instituto. De eso, sus padres estaban muy orgullosos. Hope se había ido a los dos días de esa noche porque Cameron le hizo saber que no quería nada con ella. Habían discutido porque ella quería saber si a él le pasaban cosas con su prima. Pero él no le confirmó nada.

-Hija, la próxima semana nos vamos a un viaje de negocios. -le comunicó Devonne a Lola.

-Hace mucho no van a un viaje de negocios.

-Eres una adolescente, no podemos dejarte sola todo el tiempo.

-Pueden dejarme sola, no quieren que es distinto. -dijo Lola sonriendo.

-No quiero que estés sola. Pero ya detuve mucho tiempo el viaje y no lo puedo detener más. -suspiró la mujer como si estuviera resignada.

-No pasa nada. Me voy a portar bien, no voy a faltar al colegio y Stefano no se va a quedar a dormir.

-Me parece muy bien. Eres más responsable que tu papá.

Ambas rieron y Devonne fue a su habitación acompañada de su hija. Lola la ayudó a armar la valija para el viaje. No sabía cómo iba a quedarse sola ya que siempre que se iban sus padres, su abuela venía. Pero ya era casi una adulta y sabía lo que tenía que hacer y lo que no. Hace algunos años no se iban de viaje así que ella los iba a extrañar.

Devonne empezó a armar la valija mientras su hija la ayudaba. Lola había evitado estar sola con su mamá para que no le haga preguntas. Se sentó en la cama y la miraba. Rezaba para que su mamá no le diga nada sobre aquella mañana. Devonne conocía muy bien a su hija y sabía que tenía miedo a que le pregunté algo. La mujer quería saber la razón por la cual su hija lloraba.

-Me gustaría que puedas confiar lo suficiente en mí para que me digas lo que pasa. -dijo Devonne.

-Mamá. -ella negó con la cabeza. -No pasa nada. Hay días en los que estoy sensible y esa noche fue una.

-¿Fue por Stefano?

-Él es el chico más bueno del mundo. No tiene la culpa de nada.

-¿Es otro chico?

Prohibido [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora