El acto había llegado a su fin. Ya todos los alumnos de los dos salones de 6to año estaban graduados. Entre ellos Lola quien tuvo el honor de llevarse dos diplomas. Uno por su graduación y el otro de mejor promedio de su salón.
Devonne y Edgar estaban orgullosos de su hija y lo hacían saber con aplausos eufóricos. Stefano cuando recibió el diploma de mejor promedio, también estuvo aplaudiendo por el logro merecido de Lola. Lorenzo e Irina igual. Drake también había aplaudido y había tomado una foto de Lola. En un momento Drake se fue y ella no lo volvió a ver.
Se fue con sus padres quienes estaban hablando solos. Nunca habían hablado con los padres de los demás. Devonne le dio un beso a su hija y Edgar sonrió orgulloso.
-Mi bebé ya esta grande. -dijo Devonne con lágrimas en los ojos. También tenía orgullo en ellos.
-Va a empezar la universidad y va a estar poco tiempo en casa.
-Voy a estar siempre en casa, no me voy a otra ciudad. -dijo Lola riendo.
-Pero no tanto como ahora. El año que viene vas a estudiar más, tal vez vayas a la casa de compañeros para estudiar con todos y no te veremos mucho.
-Es ridículo lo que dices.
-No lo es. -dijo Edgar.
-No pienso así. -dijo Lola. -Necesito ir al baño, ya vengo.
Lola le dio las cosas a su mamá y se fue al baño. Luego de unos minutos salió con las manos húmedas y cuando estaba por volver, la entraron al salón de tercer año. Vio a Cameron de jeans y camisa. Su pelo estaba para arriba, un poco más joven parecía así.
-¿Qué haces acá?
-Drake me dijo que lo acompañe a un lugar pero no sabía que era este. ¿Por qué lo invitaste a él? -Lola ni siquiera había visto a Drake.
-¿Pretendes que te lo haya dicho?
-Hubiese querido que me lo digas tú y no mi hermano.
-Siempre igual tú.
-No peleemos.
-Tengo que irme.
-Te felicito.
-Gracias. -dijo Lola. No estaban tan cerca pero ella igual sentía su cuerpo y su miedo.
-Quisiera saber la verdad de algo, ¿qué pasa con mi hermano?
-No te importa.
-Tú eres mía, no lo olvides. -Cameron se acercó a ella y dejó sus labios cerca de los de ella.
-Dijiste que eras mío y sin embargo a los días había otra chica. -Lola al hablar tocaba sus labios.
-No entiendes.
-Entiendo todo. Incluso que tú eres un egoísta y un cobarde que pretende que yo sea tuya mientras que tú puedes ser de otras. -Lola lo empujó.
-Dices estas cosas y luego vas a mi casa a rogar que te de una maldita oportunidad. -dijo Cameron enojado. -Te haces la madura y no lo eres. Parece que te gusta que te trate así. Seguro mañana vas a mi casa a pedirme una oportunidad sabiendo que no va a pasar.
Sin aguantar más ninguna humillación, Lola le pego una cachetada en la mejilla que resono en el salón y pico en su pequeña mano. Cameron la miró y ella tenía los ojos llorosos. El abogado tenía la mejilla colorado por el impacto del golpe que le propino Lola.
Por ser idiota. Por decir cosas que no sientes. Por ser cobarde. Y por miles de cosas más. Lo peor de todo es que te lo mereces.
-Perdón.