Prohibido [Editando]

Capítulo 4

Al otro día.

Cameron todas las mañanas salía a correr temprano pero por primera vez no se sentía con ganas de ejercitarse además iba a ir Drake, su hermano, para ayudarlo a acomodar algunas cosas en la casa. Bajó a la cocina y de la heladera sacó la leche y dos bananas. Agarró la licuadora y empezó a cortar la fruta en rebanadas no tan finas, luego las colocó en la licuadora junto a la leche y empezó a hacerse un licuado. Mientras tomaba el licuado empezó a ordenar algunos papeles del juzgado. El timbre sonó y Cameron se levantó para atender la puerta y al abrirla se encontró con su hermano Drake del otro lado.

-Son las diez, no pude levantarme más temprano. -dijo el hermano de Cameron. -Pero acá estoy.

-Sí, no importa la hora.

Cameron se corrió de la puerta, saludó a su hermano con un abrazo y fueron juntos hacia la cocina hablando de nada importante.

-Ufff, maldito abogado responsable. -habló Drake cuando vio los papeles de su hermano en la mesa. -Sirvete otro vaso licuado.

Drake agarró el vaso de Cameron quien se sirvió más licuado en otro vaso. Ambos se sentaron en la mesa cuadrada de madera para hablar de temas sin importancia. Luego de un rato empezaron a ordenar los muebles que los trabajadores de la inmobiliaria habían colocado mal. Después de haber ordenado los muebles en su lugar, bajaron a la cocina y Cameron hizo dos sandwich de jamón y queso acompañado de jugo de naranja. Ambos estaban sentados en diferentes sillas.

-Marti, según mamá y papá, se esta volviendo adicta al celular y es una egocéntrica. -comentó Drake.

-Demasiado tarde se dieron cuenta. Ya tiene diecisiete años y no la va a poder cambiar ahora cuando fue así toda su vida. -Cameron elevó los hombros.

-Sí, se los dije. Además le dije que es mejor que sea adicta al celular que adicta al sexo y a la cocaína. -Drake rió junto a Cameron.

-Eres un imbécil. -Cameron negó con la cabeza riendo. -La noche que vino a cenar conmigo, estuvo más con su celular que hablando conmigo. Cuando le pedí que te pida a ti si ella no quería venir para ayudarme, le tuve que arrebatar el celular sino no me escuchaba.

-Está muy desatada. -dijo Drake. -Pero es la vida que le dejan que tenga.

Drake y Cameron en su adolescencia, ignorando los años de diferencia, eran unidos y siempre estaban juntos haciendo de todo. Pero todo cambió cuando Cameron entró a la universidad y su vida empezó a ser un poco menos satisfactoria a ser sacrificatoria para conseguir su título de abogado. Aunque se veían, no era lo mismo de siempre. Ya no eran Cameron y Drake unidos, ahora eran unos hermanos que se ven cada vez que el más grande tenía tiempo.

-Cambiando de tema; ¿estás con alguien?

-No ¿por qué? -contestó Cameron.

-Porque una mujer te haría bien. -aseguró Drake. -Una de esas mujeres pasionales y románticas.

-No lo creo. -Cameron se encogió de hombros. -¿Tú estas con alguien?

-Siempre algo tengo. -dijo Drake con picardía. La picardía que tenía lo identificaba.

-Tienes que tener una mujer a tu lado.

-Yo nunca dije que no quería a alguien a mi lado. -contestó el hermano menor de Cameron. -Me encantaría tener una chica que me acompañe, pero no la encontré. ¿Tú quieres estar a alguien?

-Sí. Me gustaría enamorarme. -confesó Cameron. Hacía días que habló con su padre de lo mismo y ahora con su hermano. -Nunca me enamoré y quiero estarlo.