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*Escuchar I Never Told You—Colbie Caillat. *Se las dejo en multimedia.*

Sollozaste al recordar los hechos ocurridos hace 3 semanas. La discusión, las palabras de odio y las miradas despreciantes. No parabas de llorar. Recordabas todo a la perfección. Te sentaste en la cama que compartiste con Niall alguna vez. Mirabas alrededor toda la habitación vacía. Se sentía más vacía sin su ropa por todas partes o su maleta en la esquina cada vez que venía de visita.

Te habías perdido profundamente en sus ojos azules, cada vez que tenían una conversación, cada vez que hacían el amor, cada vez que se dedicaban tiempo y cariño. Te habías perdido en ellos desde que lo conociste, y aún no te habías encontrado. No sin él. La idea de cómo te brindaba un beso en la noche antes de que se durmieran en los brazos del otro, logró nublar tus ojos. Recogiste el teléfono, encendiéndolo para ver que ya era tarde.

— No es lo mismo sin ti.— susurraste en la oscuridad.


No lograste conciliar el sueño esa noche. Había mencionado antes que estabas perdida, ¿no? Bueno, para acabarla, estabas rota. El sol estaba a punto de salir, tenías una pequeña manta caliente y saliste al balcón con vista a todo, esperando que el sol saliera completamente. Sonreíste al recordar cuando Niall era el más aficionado a observar el sol, por las mañanas o el atardecer; fuera la hora que fuera, el se miraba precioso con algunos rayos de sol colandose en su rostro.

Su sonrisa era la única salida a tus problemas. Era lo único que necesitabas. Las lágrimas comenzaron a derramarse lentamente fuera de tus ojos, como el sol comenzó a elevarse.

— Nunca le dije...— sollozaste para ti.

La única cosa que nunca le dijiste es lo mucho que significaba para ti, lo mucho que lo amabas. Esas dos palabras sencillas que nunca salieron de tu boca. Tenías tanto miedo de decirlo, y Niall sinceramente creía que no lo hacías; que no lo amabas. Eso fue lo que comenzó la pelea, que estaba cansado de esperar a que dijeras que lo amabas.

Después de las innumerables veces que el te había dicho a ti, y que tú nunca le decías de vuelta. El se estaba cansando de eso. Todo por tu miedo.

Ahora lo has perdido, y tú creíste que jamás eso sería posible. Habías estado con el apesar de todo, de los rumores; del odio, de todo.
Todavía lo querías. Y siempre intentabas hacerte a la idea de que, "Ha sido bastante tiempo ya, él mismo debe de haber conseguido otra chica."

Era lo que pensabas y en lo que dabas por perdido todo. Por mucho que te doliera, sabías que probablemente era cierto.

Regresaste a la cama e intentaste dormir un poco, pero cada vez que cerrabas los ojos; un azul particular se hacía presente, estabas jodida. Y lo digo en buen sentido. Él era tu otra mitad, no sentías ser la misma.

— Esto es una mierda— habías dicho, levantándote de nuevo de la cama porque sabías que aunque ni lo intentaras podrías dormir. Cambiándote la pijama, y colocándote una chaqueta de punto caliente, te pusiste tus zapatos. Y a medida que salías del apartamento, llamaste Liam.

Él era el único que en realidad se mantuvo en contacto contigo, después de todo el había dicho: "El es mi hermano, pero sabes que siempre seré tu mejor amigo también."

— Hey, ¿estás bien? No he sabido nada de ti desde qué...

— Estoy bien, ¿qué estás haciendo?— Si tenía tiempo libre, le pedirías ir a caminar a la cafetería más cercana; dirigiéndote hacia allí.

— No mucho, con los chicos estamos tomando en un pequeño café, ¿qué hay de ti?

Te detuviste al entrar al café. Allí estaba él, mirándose tan feliz como siempre pudl ser. Las lágrimas llenaron tus ojos.

Niall se encontró con tu mirada y su cara cayó.

Liam se dio la vuelta y notando que estabas ahí, con tus movimientos helados frente a ellos. No puede ser posible que esto me pase ahora, pensaste. Niall se puso de pie y comenzó a caminar hacia ti.

— No estoy preparada para esto.— susurraste.

Alguna fuerza sobre humana te obligó a dar vuelta, y a caminar en pasó rápido del café a tu apartamento. Lo podías oír llamando tu nombre, y cada vez lo sentías mas caerca; apesar de que intentabas acelerar el paso, ya que a punto de llegar él consiguió sujetarte con fuerza de tu brazo.

— Espera...— dijo Niall intenta recuperar el aliento.

Al voltear hacia él, y al mirarlo a los ojos, el reventó en lágrimas, envolviéndote en un abrazo, sus brazos envueltos alrededor de su cintura rápidamente te sostiene apretadamente. Evitando que te muevas, o que quieras huir de nuevo.

— Te amo.— le mencionaste al oído, haciendo que deshiciera un poco el agarre para mirarte.

— Tú... tú finalmente...— Sonrió grande. Asentiste alejándote de él. Tu cara cayó al escuchar su nombre... mencionado por una chica.

Mirabaste atrás para verla: cabello rubio, estatura considerable, buen cuerpo, parecía modelo; ¡estaba perfecta!

— Babe ¿no se suponía que nos veríamos en la cafetería con los chicos?— Sonrió besando su mejilla.

Tu veías a tus pies. No te sentías capaz de alzar la mirada y seguramente notar algo que no sería de tu agrado. Niall se acerco a ti, alejándose de la rubia con voz melosay tus ojos se llenaron de tristeza.

Balbuceando y sin logra una palabra u oración coherente intentó detenerte y explicarte que 'todo era un mal entendido' cómo siempre hacen los chicos.

— Adiós Niall.

Te apresuraste a correr al apartamento, que ya no estaba lejos. Una vez allí se cerraste la puerta, deslizándote por ella.

Tus lágrimas, finalmente, luyeron libremente. Él encontró a alguien. Tenías la razón, pero no querías creerte. Antes de poder seguir destrozandote con tanto pensamientos; hubo un golpe en la puerta.

Temblorosa te levantaste, suponiendo de quién se trataba el sujeto detrás de la puerta. Al abrir, tus lágrimas seguían fluyendo.

— Niall, yo... — interrumpida con un beso, te empujó hacia la pared, poniendo tanta pasión como pudo en él. Se apartó y miró a los ojos.

— Te amo demasiado.— mencionó sin aliento. Él apretó los labios a los tuyos de nuevo y en ese instante, sonreíste. Él te dió un abrazo y se quedó allí durante lo que pareció una eternidad.

Finalmente pudiste hacerlo, le dijiste que lo amabas. Y sabías que ahora, de nuevo y para siempre; era tuyo.

One Shots de Niall HoranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora