— ¿Niall?— susurró, la habitación estaba a oscuras. Sólo luz de la lámpara de la calle exterior y los números verdes brillantes en el reloj iluminaron la habitación. Niall se movió en su lado de la cama.
— ¿Sí?— Él susurró a su vez, su voz gruesa y completa de sueño.
— ¿Estás despierto?— habló de nuevo, Niall se detuvo.
— Sí ...— Respondió, arrastrándo las palabras de lo que ya le parecia obvio. La castaña se volcó sobre su espalda, mirando al techo.
— No puedo dormir.— Se hizo un puchero. Había que levantarse temprano mañana, y estaba pasando terible la medianoche. Estaba cansada, pero no podía conciliar el sueño, su mente estaba por todo el lugar.
Niall se acomoda a sí mismo para sentarse en los codos, se cierne sobre ella un poco.
—¿Qué pasa?— Se preguntó, su aliento no tan fresco como lo había sido hace unas horas.
— No lo sé, simplemente no puedo dormir.— Se encogió de hombros. Persiguió la mano del rubio en la oscuridad para empezar a jugar con sus dedos. Se rió, tirando de su mano.
—¿ Qué estás haciendo?—, Se preguntó.
— Me gustan tus manos.— la chica contesta.— Son suaves.— y se ha dedicado a colocar besos a la punta de los dedos uno por uno. Niall resopló.
—¿ Quieres que te ayude a conciliar el sueño?— Niall susurró en el oído, su novia tarareó una respuesta.
Niall se giró sobre su lado, y luego se acurrucó detrás de ella, haciéndole cucharita. Él tomó su mano en la suya mientras con la otra señalaba pequeños círculos en la cadera. Niall tarareaba una melodía al azar que vino de la parte superior de la cabeza. Esto por lo general la ponía a dormir, en unos pocos segundos que le pueden pasar a cabo.
La chica gimió en protesta, soltando la mano de Niall y volteando hacia él. Niall estaba confundido por un momento, y luego que su novia puso su mano en la de nuevo cuando se estableció en cerca de él. Estaba sin camisa, le acarició el pecho con su cara. Niall le dio un beso en la parte superior de su cabeza y continuó a tararear.
Estaba funcionando un poco, pero no por mucho. Sus ojos comenzaron a sentirse pesados, pero no lo suficiente como para que se quede dormido al instante. Bajo el zumbido de Niall, se podía oír los latidos del corazón. Ella lo hizo callar.
— ¿Qué es?—, Preguntó Niall.
— Puedo oír los latidos del corazón.—Ha respondido, al presionar la oreja a su pecho.
— Sí, es una señal de que estoy vivo.— Bromeó.
— ¡Ssshhh!— comenzó a escuchar su corazón más cerca, el golpeteo un ritmo constante y fuerte cada vez que Niall tomó una bocanada de aire, su pecho subiendo y bajando. Su aliento de su nariz se desplegaron sobre su cara, haciendo que sus ojos hiceran un aleteo cerca y simplemente escucho los naturales ruidos que su cuerpo producía.
Niall la sostuvo que cerca de él. Se dio cuenta de que caía dormida, su respiración se calmó y sus ojos estaban cerrados. Se veía tan inocente y pacífica cuando era cualquier cosa menos, estando despierta.
La besó en la frente de nuevo, y para acurrucarla en sus brazos mejor en sus brazos y dormir junto a ella.