Las mujeres siempre toman su tiempo, dios mío, ¿es tan difícil elegir la ropa que llevarán?
Desde que el vientre le comenzó a crecer debido al embarazo, la ropa se volvió más difícil de elegir. Ya no podía soportar sentarme en el sofá.— Amor, vamos, ya llegamos tarde.— le habló al pie de las escaleras.
— Me apresuraste demasiado, Horan— apareció en lo alto de la escalera.— ¿Crees que es fácil elegir un traje que se vea bien con esta barriga?— dijo mientras caminaba cada paso tranquilamente y acariciaba su vientre de cerca 9 meses; cada vez que veía su vientre estaba más ansioso por conocer a mi pequeña bebé.— ¿Cómo luzco?
— Más que preciosa— le dije, dándole un beso rápido.— Vamos, Theo ya debe estar pensando que no iremos—, dije sosteniendo su mano mientras nos dirigíamos hacia la puerta.— Cuidado— dije en cuanto abría la puerta para que mi esposa entrara al auto.
— Niall, tranquilo, el doctor dijo que sólo tiene la oportunidad de nacer en la próxima semana— contestó mientras subía con calma.
— Nunca es demasiado tarde para prevenir— dije entrando en el coche
El camino hacia el lugar dónde iba a ser el cumpleaños de Theo fue tranquilo, pasamos todo el camino cantando las canciones que tocaban en la radio y tan pronto como llegamos entregamos las invitaciones y accedimos al sitio, el cumpleaños de Theo sería el miércoles, es sólo que como mi hermano trabajó ese día, él y Denise decidieron hacer la celebración en sábado, olvidé mis pensamientos cuando oí a Theo llamarme y venir a dónde estabamos.
— ¡Tío!— Él habló con una sonrisa enorme— Cómo te extrañé.
— Felicidades una vez más— dije pasando una mano por su cabello rubio
— Tía, eres hermosa—, le dijo mientras la abrazaba.— Hola Emily– dijo, pasando una mano por el vientre de mi esposa, donde pronto notamos un movimiento de mi niña.
Después de eso, fuimos a la mesa de la familia, todos nos saludamos y nos sentamos, estaba hablando con mi padre y mi madre platicaba con mi mujer; siempre que la miraba tenía una encantadora sonrisa en su rostro.
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Era hora de partir el pastel, Greg y Denise no se habían detenido durante toda la fiesta, hasta ahora. Anunciaron a los niños que había llegado la hora y ellos corrieron a la mesa. Me levanté de mi asiento y en ese momento mi acompañante puso su mano en su vientre.
— Amor, vamos— dije, ayudándole y tendiéndole la mano.
— Sí— Dijo sonriendo — ¡AHHHH!— Dijo en cuanto se levantó y seguía con su mano sobre el vientre
— ¿Que pasó?— Dijo ya preocupado
— Fue sólo una contracción, tranquilo— dijo tomando mi mano.
— ¿Quieres ir al hospital?— Dije un poco más despacio.
— No, estoy bien, vamos a cantarle las felicitaciones.— me sonrió.
Tan pronto como ella caminó, hizo una cara de dolor y luego puso su mano sobre su vientre.
— ¿Estás segura de que no quieres ir al hospital? Podemos irnos ya mismo.
— No, Niall, incluso escuchaste al doctor hablar de que era normal tener estas contracciones y ya sentí algunas esta semana— Habló haciendo una mueca que no distingui si era de dolor o fastidio por mi insistencia.
— Si, amor, pero en las otras no estabas haciendo la cara que estas haciendo ahora— le respondí
Fuimos hacia la mesa del pastel, y durante ese rato de felicitaciones hizo varias expresiones de dolor, cuando terminamos de cantar, Denise comenzó a entregar trozo de pasteles a los niños.
Theo se acercó a nosotros y hizo una cara de duda cuando llegó cerca.— Tía, ¿por qué hay agua debajo de ti?— Dijo, mirando dudoso.
Tan pronto como miramos hacia abajo, comenzó a darme un nerviosismo porque sabía lo que eso significaba.
— Porque tú prima va a nacer, cariño.— dijo tratando de sonreír
— A veces no te entiendo—, dijo pensativo y corrió hacia sus amigos.
— ¡DIOS MÍO, NIALL!— gritó poniéndome más nervioso de lo que ya estaba
— Cariño, mantén la calma. Dios mío, ¿qué hago?— Dijo desesperadamente
— ¡Llevarme al hospital sería una buena opción!— sonaba irritada
— Niall, hijo, ¿qué está pasando?— Mi madre que llegó con mi padre a su lado.
— Emily va a nacer— dije sonriendo, estaba ansioso de tomar a mi niña en mis brazos— Hey, amor; respira conmigo— ayudo tratando de calmarla pero en realidad me calmo a mí
— Mamá ¿y si mi hija nace aquí?— Estaba preocupado cuando mi esposa gritó de nuevo.— No quiero que eso suceda.
—Niall ve a traer el coche, llevaré a la futura mamá con ayuda de tu padre.
Salí del lugar corriendo hacia donde estaba el coche.— ¿Dónde puse la llave?— Metí la mano en el bolsillo del pantalón y no estaba.— ¡Diablos!— mientras colocaba buscana en el bolsillo izquierdo de mi abrigo. Ahí estaba.
Entré en el coche y conduje hacia la entrada de la fiesta, mi madre ya estaba con mi papá allí tratando de calmar a mi esposa mientras respiraba profundamente, la ayudé a subir al coche y mi madre decidió ir con nosotros.
— ¡Sugiero que te apresures, cariño!— gritó cuando estaba ya en el coche.
Fueron exactamente los 15 minutos más tensos para mí hasta que llegué a ese hospital, pronto las enfermeras vinieron a buscar a mi esposa y la llevaron adentro, uno de ellos nos pidió que fuéramos a la recepción, mi madre viendo mis reacciones a todo, decidió a hacer todo el papeleo y me pidió que fuera a beber un poco de agua.
— Cálmate, hijo— dije mientras me paseaba de un lado a otro.
— Mamá, no, mi hija va a nacer, y ninguno de los doctores viene a informarnos de ella— dije, todavía caminando.
Después de unos diez o más pasos de un lugar a otro me detuve tan pronto como vi que una enfermera venía hacia mí.
— Los familiares de la señora Horan.— Dijo mirando un papel
— Aquí— respondí, deteniéndome frente a ella.
— ¿Qué eres de ella?— dijo mirándome desconfiada.
— Su esposo, ¿cómo están ella y mi hija?— pregunté
— Tu esposa ya está en la sala de partos, ¿la acompañará en el parto?— Ella dijo sonriendo y antes de que respondiera mi madre se levantó y contestó por mí
—Por supuesto que sí.— Dijo a la enfermera y me miró.— Hijo, vas a ver a tu pequeña Emily nacer,— dijo, sonriendo.
Acompañé a la chica a una habitación donde tuve que cambiarme de ropa y ponerme la ideal para la sala de partos, tan pronto como llegué allí vi a mi esposa con su ropa cambiada, tan pronto cómo todo comenzó, ella tomaba mi mano más y más duro con cada contracción que tenía y y así nuestra princesa vino al mundo, cuando la vi llegó en mi mente cada momento que pasamos desde que descubrimos su embarazo, y hasta ahora; había valido completamente la pena.
Una de las enfermeras de la habitación limpió a la niña y nos la entrego, mientras sostenía mis lágrimas una sonrisa me apareció.
— Cariño, ¿quieres tomarla?— dijo mirándome y también sonriendo
Recién asentí me entregó a la pequeña Emily, vi que ella tenía los mismos ojos azules que yo, pero el resto era de mi hermosa mujer. Idénticas. Hermosas.
— Bienvenida, mi pequeña Emily— le dije en voz baja y sonreí a mi pequeña princesa.