Había estado arriba trabajando en mi próximo libro cuando escuché los dulces sonidos de la voz de Niall acompañados de familiares acordes de guitarra provenientes de la sala de estar en la planta baja.
Desde que comenzó la cuarentena, me había mudado temporalmente con Niall y, constantemente se me ocurrían nuevas ideas para libros que no podías dejar pasar. Pensándolo bien, ambos habíamos estado escribiendo mucho.
Eché un vistazo rápido a la esquina de mi laptop: 5:45 pm. ¡Vaya que rápido! Estaba tan concentrada que ni siquiera noté que había pasado la mitad del día sin estar cerca de mi novio. Para ser honesta, estabamos siendo un poco pegajosos durante los últimos días y definitivamente necesitaba con urgencia una sesión de abrazos.
Abrí la puerta de la habitación y bajé las escaleras. Al entrar en la sala, Niall estaba recostado en el sofá con su guitarra, rasgueando. Las repeticiones de los torneos de golf estaban en la televisión. Extrañamente su teléfono estaba apoyado en una caja de pañuelos medio vacía.
Sin decir una palabra, gateé por los cojines del sofá y trepé a su cuerpo logrando que dejara de tocar la guitarra colocándola a su lado, y recibiéndome con los brazos abiertos. Apoyé la cara en su cuello dándole besos húmedos. Sus brazos abrazaron mi cintura, colocando ligeramente una mano sobre mi trasero.
—Hola, bebé. —susurró.
—Hola. —dije con un tono bajo intentando ser provocativa.
—¿Qué pasa? —rió.
—Sólo te echaba de menos. —con suavidad acaricié su torso. Sus manos rápidamente me impidieron introducir las mías por debajo de su camisa.
—¿Qué pasa? —pregunté, esperando a que Niall no estuviera sintiendose incómodo con mis acciones.
—Uhh, estamos en Instagram Live con 30.000 espectadores. —Él rió moviendo sus ojos en dirección al celular.
—Oh, ¿justo ahora?
Estaba sorprendida... y avergonzada. Treinta mil personas acaban de verme hacer eso. Miré hacia el teléfono de Niall sólo para encontrarme con nuestra imagen en la camara frontal y un montón de corazones y comentarios.
—Síp. Pueden ver toodo lo que estás haciendo. —Niall sonrió realmente grande. El parecía disfrutar de mi vergüenza.
—Oh, —me reí con nervios. —Hola a todos.
Niall se estiró para tomar su teléfono y revisó los miles de comentarios nuevos.
—"Ustedes son lindos." "Que hermosa relación." "Awww." —leyó algunos de los comentarios.
—Al menos son buenos comentarios.
Me acurruqué en la calidez que el pecho de Niall me brindaba. Inhalé profundo para llenarme de su delicioso aroma y sonreí complacida.
—Alguien pregunta qué hacías mientras yo estaba solo.
—¿Qué estaba haciendo mientras tú estabas qué? ¿Haciendo el en vivo?
—Sí, supongo que sí.
—Bueno, estuve escribiendo arriba durante casi todo el día. Bajé para ver qué quería Niall para cenar porque literalmente me muero de hambre. No me habría acercado si hubiera sabido que teníamos compañía. —dije lo último mirándolo mientras a él se le formaba una sonrisa de lado.
—Estoy seguro de que no les molesta que estés aquí. —besó mi frente.
Niall pasó un par de minutos más respondiendo preguntas de los fans mientras yo cerré los ojos, inclinada en el hueco de su cuello, dándole pequeños besos de vez en cuando.
—Oye, nena, ¿qué dices si vamos por la cena, eh?
—Bueno, ahora mismo no quiero levantarme. Estás tan cómodo. —lo abracé con más fuerza.
—Bueno, en ese caso tendré que preparar algo. Los veré pronto y los mantendré informados sobre nueva música. Los amo a todos. —levantó su mano despidiéndose. —Manténganse a salvo.
Terminó la transmisión en vivo y volvió a poner su teléfono en la mesa donde estaba. Después envolvió sus brazos alrededor de mi cintura.
—¿De verdad vas a hacer la cena? —pregunté con ilusión.
—Nop. Pero ahora sí puedes poner tu mano debajo de mi camisa. —se rió, levantando ambas cejas repetidamente.
—Mmmm... —deslicé mis manos por su ancho pecho. —Creo que preferiría deslizar mis manos hacía otro lugar. —reí con picardía volviendo a dejarle besos en el cuello.