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— Por dios, Niall.— Gruñió a su compañero de cuarto. Y a su vez movía la cabeza hacia él.— ¿Realmente no puedes hacer nada bien?— El lavavajillas se desbordaba con burbujas.

Le había puesto demasiado jabón, por lo tanto, el lavavajillas estaba lleno de burbujas y las burbujas se encontraban esparcidas por toda la cocina por poco llegando a la sala de estar.

Niall asomó la cabeza por la puerta y tiene que luchar para no reírse.— Esto... oh lo siento.— Él sonríe y se asoma completamente.— ¿Hice algo mal?— Pregunta con una mirada inocente.

— ¡Lo haz hecho todo mal!— intenta empujarlo. No pensó que todo eso sucedería cuando lo acepto a Niall en el apartamento. Creía que el era un hombre maduro, con un culo caliente; ya sabes: un hombre.

Pero él demostró ser totalmente incompetente.

Niall sabía lo que estaba haciendo. De hecho, lo había hecho a propósito. Sólo para verla explotar. Ella era atractiva y lo era aún más inclinada de esa manera, limpiando las burbujas; o intentando quitar todo rastro de ellas. Se veía particularmente caliente de esa manera. Fue inevitable que el rubio se mordiera el labio.

Se enderezó cuando se dio cuenta que Niall no estaba ayudando en nada, y ni siquiera se le veía con la intención de hacerlo.

— Ya, ¿vas a mirar mi trasero todo el día o me vas a ayudar?— mencionó un poco sonrojada, quizás de enojo o de vergüenza. Quizás del ambiente pasional que Niall le brindaba con esa mirada. De alguna manera se sentía completamente halagada.

— Es que la verdad... me parece muy lindo.— Él sonríe y guiña el ojo, para partir hacia su dormitorio.

— ¡Espera, espera, espera!— lo sigue y tira de él hacia atrás,— No pienses que sólo porque estabas siendo caliente, y un poco halagador puedes caminar fuera dejarme a mí a limpiar esto. ¡Ni lo creas!

— ¿Te parezco caliente, linda?— Él sonríe un poco complacido.

— Oh, ¡por el amor de dios!— se queja una vez más en el día, para después dar la vuelta a volver a la limpieza hasta que la tomó de su cintura, evitando su huída.

— Encárgate de eso después.— Él sonríe y se inclina para besarla, — Yo he estado esperando por esto hace mucho.

Lo miró con los ojos muy abiertos.— Yo...— vaya qué quería eso, pero le costaba admitirlo. Enredó los dedos en su cabello y lo tiró hacia ella por otro beso.

Niall Horan la recoge y la lleva a su habitación, lanzándola sobre su cama.





Despierta y para su sorpresa se encuentra acurrucada alrededor de Niall, su cabeza se encuentra en el hueco de su hombro. Habían pasado la noche alternando entre besos y sexo. Tenía mordeduras que adornaban su cuello y marcas de garras en el pecho. Dios sí que le parecía atractivo.

La cabeza de Niall se movió un poco hasta mirarla y él sonrió un poco, —Bueno anoche fue alucinante.— Él se estira y se inclina para besarla en el cuello de nuevo.

La noche anterior había hecho incontables veces esa acción, volviéndola loca. A ella le encantaba.

— Me gustó mucho.

— Yo voto porque lo hagamos de nuevo.— el chicos sonríe

— Bueno... somos compañeros.— levanta las cejas hacia él.

A Niall, casi cómo la tarde anterior, le fue inevitable morderse em labio,— Creo que deberíamos ser amantes.

One Shots de Niall HoranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora