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Me desperté con el sonido tan molesto e incesable de la alarma de mi novio. Anoche, cuando lo estaba configurando, le advertí que no se iba a despertar y negó la acusación burlándose descaradamente de mí. Puso su alarma de todos modos e hizo que me despertara yo para despertarlo a él.

—Cariño, —lo sacudí ligeramente. —Si quieres cortarte el pelo antes de las entrevistas de hoy, ya tienes que levantarte. —él gruñó. —Bebé, hablo en serio. Si no te levantas y apagas tu estúpida alarma, no hablaré contigo durante una semana.

Agarró su teléfono con un poco de fastidio y silenció el ruido para volver a cerrar sus ojos. Cinco minutos después, la alarma volvió a sonar dejando evidente que no la había apagado sino que solo la pospuso.

—Niall, extenderé mi promesa de no hablarte a un mes.

Finalmente comenzó a moverse, pero no estaba segura si lo hacía por mí amenaza o por la fastidiosa alarma. Esta vez sí apago el ruido y después se dió vuelta hacia mí.

—Buenos días, amor. —dijo y se inclinó para darme un beso. En su lugar, volteé la cabeza para que besara mi mejilla en lugar de mis labios. —¡Oye! —guardé silencio y salí de la cama del hotel.

Debo admitir que sus intentos para hacerme hablar durante el resto del día fueron muy graciosos.

"Amor, ¿escuchaste la nueva canción de Harry?"
"_______, ¿qué opinas de mi corte de pelo?"
"Cariño, ¿cuáles crees que deberían ser las diez cosas con las que no podría vivir?"

Sin embargo, me negué a romper mi promesa.

Su primera entrevista del día era con GQ acerca del video de sus diez elementos esenciales. Como no había hablando con él, Niall no me dijo las cosas que había elegido para responder. Sin embargo, si tuviera que adivinar, definitivamente serían su guitarra, gafas de sol, teléfono, almohada, crema para el cabello, una libreta, su secador de pelo, el contacto de Lewis, su billetera y probablemente si se atrevía a ser muy cursi, me mencionaría.

En cuanto llegamos al edificio de GQ, él caminó hacia otro lado para hablar con la persona encargada de dirigir el video. Unos minutos más tarde, me encontraba sentada detrás de la cámara para ver en primera fila a mi novio siendo encantador. Niall tenía una claqueta en sus manos donde se podía leer su nombre y el clásico GQ Essentials.

—Niall Horan, GQ Essentials. —cerró la claqueta. —De nada.

Creo que hicieron más de 5 tomas hasta que encontraron la perfecta.

—Hola, GQ. Soy Niall Horan y estos son mis diez esenciales. —vi como el equipo de producción le pasaba su secador de pelo.

En realidad, nosotros compartimos el secador para que no tengamos que llevar dos por todo el mundo; pero en definitiva el lo utiliza mucho más que yo. Después de contarle a la cámara el por qué es esencial pasó al siguiente elemento.

—Esencial número dos, máscara facial de Sarah Chapman... —una vez que termina de hablar sobre la máscara facial, hace una broma sobre cómo debe estar pareciendo vanidoso después de mostrar esos dos primeros objetos. Ese comentario logró terminar con mi silencio.

—No pareces, ¡eres vanidoso! —grité, haciéndolo reír.

—¿En serio todo lo que tenía que decir era que no soy vanidoso? ¿Eso es lo que te hizo hablar conmigo? —levanté ambas cejas. —Ven aquí, amor. —rodé los ojos y levantandome de mi asiento caminé hacia él.

Cuando llegue ahí, tomó mi cintura con ambas manos y me llevó a sentarme en su regazo. —No la mencioné como uno de mis esenciales, pero ella es mi novia ________. —miró a los chicos detrás de cámara. —Ella no es uno de mis elementos esenciales porque es más que eso para mí. ¿Qué categoría es mayor que esencial? —piensa en voz alta y los de producción comienzan a lanzar ideas.

—¡Indispensable!

—¡Imprescindible!

—¡Vital!

—¡Sí! —exclama mi novio. —Me gusta ese. Vital. —asiente con rapidez. — ________ es vital para mi supervivencia. Hace tanto por mí y no deja de preocuparse por ella y sus estudios. —se tapa la boca con la mano como si estuviera revelando un secreto y dice: —Va a ser una increíble abogada. —el orgullo reflejado en su voz hizo que mis ojos se llenaran de lágrimas.

—Oh, cállate, tonto. —traté de reírme para alejar las lágrimas y golpeé levemente su brazo.

—Lo digo en serio, amor. Chicos, honestamente, si no fuera por ella ni siquiera me hubiera levantado de la cama esta mañana.

—Bueno, en eso no está mintiendo ni siendo dramático. —intenté ponerme de pie para volver a mi lugar pero me lo impidió.

–Espera, ¿cuáles crees que son el resto de los elementos que escogí?

—Bueno, me sorprendió un poco lo de la máscara pero estoy en un noventa y nueve por ciento segura de que el contacto de Lewis es parte de tu lista.

—Maldita sea, ¿por qué no pensé en eso? —levantó las manos en el aire. —¿Lo ven? A esto es lo que me refiero, ¡ella conoce mi vida mejor que yo! —esta vez si me permitió levantarme de sus piernas, no sin antes robarme un beso rápido porque ya había resistido mucho no haberme besado en lo que va del día. Fue un pequeño beso pero sería suficiente por ahora.

El siguiente artículo me sorprendió un poco más que la máscara. A Niall siempre le ha gustado beber agua más que cualquier otra cosa, pero normalmente lo hacía de botellas desechables hasta que en su cumpleaños le regalé un Hydroflask.

Le costó un poco de trabajo acostumbrarse a usarlo, pero ahora era parte de él. Habló de cómo lo recibió recientemente como regalo de cumpleaños y estaba tratando de usarlo más porque está intentando de hacer todo lo posible para salvar el planeta.

—...No soy un guerrero ecológico, pero mi chica sí lo es y siento que este es un buen comienzo. —le dice a la cámara.

Un chico le entrega su siguiente artículo y me alegré al saber que había adivinado: su guitarra. Puedo decir que ama su guitarra casi tanto como me ama a mí. Él ayudó con el proceso de diseño y eligió qué madera se usaría para obtenerla, por lo que es natural que la trate como su bebé.

Terminó de presentar el resto de sus 10 cosas esenciales. Algunos me volvieron a sorprender un poco, pero la mayoría ya los había adivinado: las gafas de sol, una gorra de béisbol, sus palos de golf, y por supuesto, sus trajes (en realidad solo mostró el que le había mencionado era mi favorito y me lanzó un guiño descarado cuando hablaba sobre él), su vaporizador de ropa y su crema para el cabello.

Cuando todo quedó listo, salimos del edificio tomados de la mano.

—Lamento lo de la alarma, cariño.

—Sí, lo sé. Lamento haber actuado como una niñita por eso. —se inclinó a besar mi mejilla. —¿Deberíamos almorzar antes de tu próxima entrevista? —pregunté.

—Por supuesto. —sonrió mostrando todos sus dientes. —¿Pizza?

—Me conoces tan bien.

One Shots de Niall HoranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora