Owen - Capítulo 6: Entusiasmo.

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Era temprano. Lo sabía, pero estaba completamente desesperado, necesitaba verla, así que marqué. Esperaba que no se molestara, ya que hoy no teníamos ninguna cita programada. Sentí esa patética sensación en el estomago en cuanto escuché el tono de llamada, me aclaré la garganta y respiré para armarme de valor. Tomó la llamada al tercer timbrazo.

-...¿Hola? -La escuché balbucear con voz pastosa, no pude evitar sonreír.

-Aparentemente te desperté -inquirí.

-¿Eh? ¿Owen?... -Escuché su respiración agitada, y después un golpe. Solté una carcajada.

-¿Acaso acabas de caerte de la cama? -Escuché ruidos extraños y un bufido por parte de ella. Apostaría mi auto a que así había sido.

-¡Claro que no! -Se defendió-. Owen. ¡Son las seis de la mañana! -Lloriqueó, y después de un momento, gruñó molesta-. ¡Son vacaciones!... ¡Y es Jueves!

-Lo sé. -Me sentía apenado-. Lo siento. Quería ir a correr un poco, y pensé que tal vez te gustaría ir conmigo. Espero que no te moleste que te haya llamado.

-No estoy molesta, es sólo que, no lo esperaba -contestó más tranquila.

-Pensé que podría pasar por ti. Si quieres, claro.

-Sí, ¿me das media hora? -pidió.

-Paso por ti a las siete, ¿vale? -Por supuesto que no tenía intención alguna de correr, pero ella no tenía porque saberlo aún.

-Te espero -dijo, y colgó en seguida.

Corrí a ducharme y alistarme, no me tomó demasiado tiempo salir de casa. Sinceramente no esperaba que ella aceptara tan fácilmente. Por primera vez en mucho tiempo, despertaba temprano, generalmente no dejaba mi cama antes de las diez u once de la mañana, pero hoy me encontraba despierto desde las cuatro. Kahli tenía que agradecer que no la hubiera llamado a esa hora.

Conduje hasta su casa escuchando a Queen, me sentía con muchas energías y planeaba que hoy fuera un día para recordar. Al llegar, aparqué frente a su casa, salí de mi auto y le envié un mensaje de texto diciéndole que me encontraba afuera. Ni bien había enviado el mensaje, cuando una pequeña mancha con una sudadera roja salió por la puerta, corriendo a mi encuentro.

-¡Partner! -Gritó Gerry antes de abrazarme. Vaya, eso era algo nuevo. Reí y correspondí al gesto un tanto sorprendido.

-¡Hola! ¿Cómo has estado? -Le pregunté. En ese momento sentí mi celular vibrar en mi bolsillo, era un mensaje.

-Muy bien, ¿vienes a ver a Kahl? -curioseó.

"Si pensabas ir a correr, permíteme informarte que no pareces vestido para la ocasión.
Mentiroso. Estaré lista en unos minutos.

Kahli."

Reí, pero no le hice mucho caso y decidí centrarme en el pequeño.

-Así es, pero bajará en un momento. -Lo informé. Hablamos un poco, pero de pronto pareció asustarse. 

-Quizá deba entrar, se supone que no debería estar afuera -dijo muy serio con el ceño fruncido.

-Entonces hazlo, no le diré a nadie que te vi -prometí. Dio la vuelta muy feliz, pero se detuvo.

-¿Vienes? -preguntó esperanzado. Nope. No me arriesgaría a tener otra escena con la hermana mayor.

-Gracias, esperaré aquí, partner. -Le sonreí.

-Bueno, nos veremos después -dijo al caminar hacia la puerta, donde la chica más guapa que hubiera conocido, se encontraba mirándonos. Le dio un beso en la frente.

-Dile a mamá que volveré más tarde, y no vuelvas a salirte así, ¿de acuerdo? -reprendió. El niño sólo asintió y entró corriendo. Ella me miró. -Venga, parece quererte más que a mí, y sólo te ha visto una vez.

-Suelo tener ese efecto en las personas. -Joder, estaba preciosa, llevaba unos ajustados jeans negros, con zapatos bajos y una camisa de mezclilla-. Tú tampoco pareces lista para ir a correr.

-Sí, no tengo muchas ganas de correr, si a eso te refieres. -Me sonrió.

-¿Qué hace Gerry despierto tan temprano? -Levanté una ceja.

-Mamá lo llevará al zoológico, pero debe trabajar más tarde. -Explicó.

-¿Por qué tú nunca me has llevado al zoológico? -Reclamé. Rompió a reír.

-No quiero que te confundan con un canguro o algo así, sería muy difícil sacarte de ahí después. -Fruncí el ceño. 

-Eso no es gracioso.

-Tu reacción sí que lo es, pero sólo bromeaba. ¿Nos vamos? -pidió.

-Claro. -Le abrí la puerta del copiloto, para después subir también.

-¿A dónde iremos hoy? -cuestionó.

-Hoy haremos cosas un poco más comunes. -Le informé.

-¿A qué te refieres? Partidos de hockey, paracaídas, bares y barcos, a mí me parecen cosas bastante normales. -Reí.

-Lo sé, no sé en que estaba pensando -bromeé.

-Bien, hoy quedarás a cargo del itinerario, si algo no me gusta, la culpa será tuya -advirtió.

-Siempre lo es. -Me quejé en broma antes de sonreírle y poner el auto en marcha. 

*Kahli en multimedia

Geckos y VikingosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora